Brétema
Un lugar imaginario
Introducción
Marina Mayoral
utiliza un lugar llamado Brétema para situar a sus personajes. Una pequeña
ciudad de Galicia. El lector, al comenzar a leer la novela de Mayoral, se puede
preguntar si tal vez Brétema es un lugar ficticio o si de verdad existe, porqué
motivo sitúa a sus personajes en Brétema, si tiene algún significado especial o
simplemente es una casualidad. Tenemos a otro escritor que también utilizó este
nombre para su novela, ¿coincidencia o no?
Los principales
espacios de la novela, como es la catedral o el cementerio, tienen un
significado en esta obra. Todo está relacionado, los personajes, los lugares,
el ambiente, los sentimientos… ¿tiene alguna relación con la escritora todos
estos espacios? La imagen de la portada ya nos da una pequeña pista del
cementerio de Brétema y de la protagonista Constanza.
En este trabajo
definiremos Brétema, sus lugares y sus habitantes, de forma que el lector tenga
una mejor perspectiva de lo que Marina Mayoral desea expresarnos y que
significa Brétema para la autora. También veremos que Mayoral utiliza este
sitio en alguna de sus otras obras.
Brétema se creó
en 1980 en La única libertad. Antes
de inventar Brétema las ciudades que utiliza la escritora eran Santiago de
Compostela, donde empezó a estudiar su carrera, Lugo la ciudad amurallada,
donde paso algunos años de su infancia, Mondoñedo, su ciudad natal, con el
sonido de las campanas que se oyen durante todo el día (la catedral de
Brétema), la costa norte (el mar de Foz), un mar muy duro, el mar violento,
donde de pequeña veraneaba hasta su adolescencia y Vigo. No había una ciudad que pudiera recoger todos estos
lugares y así surgió Brétema. Brétema es un lugar imaginario, pero está hecho
de lugares reales.
A Marina Mayoral
le llega un momento en el que necesita situar a sus personajes en un lugar
único, una ciudad que recogiese todo lo que ella deseaba, de ese modo se creó
Brétema. En gallego Brétema significa niebla. Responde bien al paisaje natal de
Marina Mayoral, la luz no hiere, es una luz difuminada, los contornos
difuminados. También corresponde al carácter gallego porque no se muestran
ostentosamente.
Es una ciudad de
la Galicia interior. Marina despierta la magia de Galicia con esta ciudad, la
lluvia siempre presente, sino es la lluvia es la niebla y cuando esa niebla se
levanta se puede observar la belleza de ese lugar. Todo es verde, es hermoso.
Brétema tiene,
naturalmente, rasgos gallegos: la luz tamizada siempre por una leve neblina,
cuando se convierte en niebla difumina los montes… Pero Brétema también influye
en el carácter de los personajes.
Es una pequeña
ciudad. Lo que sucede en esta ciudad es universal: la murmuración, el mirar a
través de los visillos…, situaciones que suceden en cualquier lugar del mundo,
aunque los rasgos físicos sean gallegos. Lo que sucede allí, el odio, el amor,
los deseos, la venganza son universales. Estas situaciones hacen a Brétema
universal. Es un espacio único pero que podemos situar en cualquier lugar.
Según Marina
Mayoral, nos dice que situar sus personajes en Brétema es muy cómodo, porque la
gente que vive en las grandes ciudades busca la libertad pero por otro lado
anhela el sentirse parte de algo. Asegura que todavía en pequeñas localidades
de Galicia todavía se corren los visillos para ocultar su intimidad como ocurre
en la novela. Marina nos dice: “En Galicia hay esa cosa de esconderse siempre,
también es la niebla, no ir de frente” y recuerda a su padre, castellano de
nacimiento, que nunca comprendió el carácter de los gallegos que tendían a no
decir las cosas claras.
Manuel Rivas,
escritor gallego, utiliza Brétema en su última novela Todo es silencio (2010). No
es una usurpación, lo hizo sin mala intención. Brétema es un nombre muy sonoro,
muy gallego, la niebla es muy característica de Galicia, defiende la escritora.
Marina Mayoral le dijo “espero que sea una excursión y no una invasión”. Manuel
Rivas se disculpó y prometió que cambiaría el nombre del lugar en la segunda
edición de su libro (promesa que ha cumplido, puesto que en la segunda edición
de Todo es silencio, no aparece
Brétema). Esto produjo a los lectores de Marina Mayoral una reacción negativa,
que se puede leer en los comentarios de la página web de la editorial Alfaguara[2],
donde defienden que Brétema es el espacio de Mayoral.
A todos los
personajes les une el espacio, que es Brétema. Es una manera de unir a los
personajes. Todos esos personajes viven en Brétema y eso les da unidad. En la
obra narrativa de Mayoral, sus personajes proceden de pueblos o pequeñas
ciudades, que en este caso es Brétema. Muchos de ellos se van por un período de
tiempo, a Madrid (Helena y Blanca), a Paris (Blanquita) o a Nueva York
(Etelvina), pero regresan a Brétema en algún momento de sus vidas.
Ángel Basante, que
desde 1999 se ocupa de la crítica semanal de narrativa en el Cultural de El
Mundo, nos hace una pequeña síntesis, en el Cultural de su opinión sobre
Brétema:
“Su territorio
literario es la ciudad imaginaria de Brétema, creado a partir de su Mondoñedo
natal, bien reconocible por su clima de niebla (significado de “brétema” en
gallego) y lluvia persistentes, la omnipresencia de la catedral, cuyas campañas
marcan el paso de las horas, y la asfixia vital y moral que se apodera de unas
gentes condenadas a empujar la vida en un mundo cerrado en el que todos saben
de todos y del que solo algunos logran escapar, sin que ello sea garantía de
mayor felicidad con respecto a los que allí se quedan.”[3]
Brétema nos da
la sensación de ser una pequeña ciudad, silenciosa, tranquila, donde todas las
personas se conocen, pero entre ellos se esconden muchos secretos
inconfesables, pero que de alguna manera todos los conocen, por las miradas,
por cómo actúan. Pero está claro, que ese día que empieza tan tranquilo en
Brétema, para nada va a ser así, y es que una violación, una muerte inesperada
y un accidente, hace que toda la ciudad este intranquila por lo sucedido.
Lugares
imprescindibles de Brétema
Marina Mayoral
nació en Mondoñedo, un lugar que se refleja claramente en Brétema, ese lugar es
la catedral. La plaza de la catedral, el reloj de la torre con las campanas,
siempre presentes en la vida de Brétema, que suenan durante todo el día y que
van marcando los capítulos divididos en las horas del día. De noche, en
Mondoñedo, también suenan las campanas. Suenan las horas, los cuartos y las
medias, este sonido de las campanas marca un día excepcional. Todos los
personajes oyen las campanas al inicio de la mañana, ya sea a las seis y media
o a las nueve. Aunque cuando Georgina, Ana Luz y Benilde bajan a las nueve a
almorzar argumentan las tres que a las seis y media ya se habían despertado, a
lo mejor a causa del ruido de las campanas[4].
El reloj de la
catedral también toca a muertos. En este caso suenan dos veces que significa que ha muerto un hombre que es Juanma el marido
de Consuelo, la doctora. La madre de Miguel, el enfermero, nos explica como
suenan las campanas “Normalmente, primero hay un toque de agonía y después el
de muerte, cuando sólo tocan a muerto es
que ha habido una muerte repentina, o un accidente…”[5]
La farmacia.
Primero de Blanca, donde trabajo con Amalia, y después donde Blanquita tiene un
futuro que ella no desea, que es quedarse en Brétema y ser la farmacéutica doña
Blanquita. En este lugar se esconde un secreto del cual nadie quiere hablar,
pero que todo el mundo conoce y tiene su opinión, que es la supuesta violación
de Dictino a Amalia. Esto no sucede de esta manera, pero solo esta pareja sabe
realmente lo que ocurrió en la farmacia.
El cementerio de
Brétema es uno de los lugares más importantes de la novela. La imagen de la
portada ya nos indica que el cementerio va a ser imprescindible para la persona
que aparece en la fotografía que es Constanza. Allí es donde ella tiene largas
conversaciones con su gran amor y su marido. Es un sitio especial para doña
Constanza, es un lugar íntimo donde puede expresar todos sus sentimientos sin
que nadie la moleste, y se muestra como es ella en realidad y donde se ve
reflejado el amor que siente por Hermes Monterroso y el cariño hacia su marido Pedro,
padre de Hermes. Benilde también suele ir al cementerio y mantener
conversaciones con sus familiares.
A las 12.00h
Constanza llega al cementerio y va directa al panteón de los Monterroso. Llega
con un ramo de flores naturales, limpia las tumbas, y pone en una argolla,
debajo del retrato de Hermes, una rosa que quita del ramo de flores, el ramo lo
coloca en la de Pedro. El cementerio es un lugar silencioso y tranquilo. Poca
gente va, y menos cuando hace mal tiempo, como es en este caso que parece que
vaya a llover. Puede parecer un sitio solitario de Brétema, por la escasa gente
que lo visita. Constanza tiene unas conversaciones donde las personas con las
que habla parece que le respondan.
La casa de
Constanza está situada de forma que nadie puede ver quien entra ni quien sale
de la casa. Si no fuera importante este hecho no se comentaría, pero aquí se ve
perfectamente la importancia de la privacidad en algunos personajes, que no se
sepa lo que hacen durante su vida privada y que nadie pueda comentarlo. Héctor
Monterroso baja la calle, algunos piensan que es posible que venga de casa de
Constanza, pero que nadie puede saberlo seguro porque está bien situada la casa
y tiene privacidad.
En el
ambulatorio, donde se encuentra Miguel, que recuerda su pasado, está ocultando
a Beloso, el médico de guardia que se ha ido. Tenemos a la niña Paloma y a su
hermana Concha. No es uno de los lugares más importantes de Brétema pero es
allí donde Héctor Monterroso y Consuelo vuelven a retomar la amistad. Héctor se
ofrece para llevar la ambulancia y por ese motivo recuerdan los viejos tiempos
.
Brétema
y sus habitantes
Ocurre una
violación a una adolescente, la noche en la que Miguel Ángel tiene guardia. Les
sorprende a los habitantes de Brétema que se produzca este acto cruel, en una
ciudad tranquila y silenciosa como lo es Brétema. Héctor al saber lo que ha
ocurrido al llegar al ambulatorio también se queda atónito y piensa: “¡Una
violación y una paliza! ¡En Brétema![6]”,
como si fuera algo inimaginable que pudiera ocurrir en esta ciudad.
Todos los protagonistas
acaban sabiendo los accidentes que ocurren durante ese día. No solamente la
violación, también la muerte de Juanma y el accidente de coche.
Amalia no
comprende que su hija Blanquita desee marcharse de Brétema. Blanquita se siente
cercana a Helena, aunque su madrina fuera Blanca, tiene la misma sensación que
ella. Helena no le gustaba vivir en Brétema, no resistía la niebla, las
campanas, la lluvia ni el mirar a través de los visillos. A Blanquita Brétema
le ahoga, aunque el tiempo que hace no le desagrada, todo lo contrario, la
lluvia y el cielo gris le gusta.
Dictino, al
contrario que su mujer Amalia, comprende que Blanquita no desee quedarse en
Brétema y quiera marcharse a París. Piensa que tiene que dejarle vivir su vida
como ella lo desee. Dictino tiene su vida en Brétema junto a su mujer.
A Inés, amiga de
Blanquita, al contrario que ella, le encanta vivir en Brétema, aquí tiene todo
lo que ella ama. Aunque quiera irse a vivir con Edelmiro también quiere a su
madre, cree que tiene todo lo que necesita en Brétema Inés se escandaliza al conocer la noticia de
la violación que ocurre a las afueras de Brétema. Edelmiro, su novio, se lo
cuenta, al ser él quien la encuentra.
Blanquita a las
seis mira a través de los visillos a Héctor.[7] No
obstante no es la única que hace este gesto, más protagonistas miran también
como Héctor baja por la calle. Como dice Marina Mayoral, son actos que podemos
situar en cualquier ciudad.
Consuelo, según
una afirmación de Amalia no soporta la lluvia y se pregunta por qué motivo
sique viviendo en Brétema. Consuelo cuida a su marido Juanma, quien padece un
accidente y tiene que usar silla de ruedas. Su vida cuidando de él no es como
esperaba ella. Le amaba con todo su ser, pero Juanma a causa de su accidente
empezó a odiar a todas las personas que le rodeaban. Antes de llegar a su casa nos
describe la lluvia de Brétema:
“Consuelo levanta
la cara hacia el cielo y estira una mano con la palma hacia arriba.
No llueve, más bien
parece niebla, las nubes van bajando montaña abajo como gasas desprendidas del
cielo, gasas húmedas que cubren los campos, los árboles, las paredes de las
casas, los cuerpos…”[8]
En esta
descripción que nos hace de la lluvia de Brétema, podemos ver la influencia que
tiene en ella su trabajo como médico porque para definir la niebla nos habla de
las gasas como si fuera la niebla que cae.
La primera
aparición de Constanza, quien se podría decir que es una de las protagonistas
principales de Deseos, es en el
cementerio. Aunque se habla de ella en numerosas ocasiones antes de las 12.00.
Tiene una gran relación con el cementerio porque allí descansan dos personas
muy importantes de su vida.
Constanza
regresa a Brétema cuando su marido Pedro Monterroso es ya muy mayor (la
diferencia de edad entre ellos es muy grande). Nos cuenta que ella se siente
más segura aquí porque no tiene que esconderse de nadie y sabe que la respetan.
La familia de su marido siempre la ha atacado. Su marido siempre la defendió,
pero cuando ella notó que Pedro ya era mayor para defenderla pensó que lo mejor
era volver a Brétema donde estaría más segura y tranquila.
Miguel sigue en
Brétema junto a su madre. Él sabe que su madre estuvo a punto de morir por salvarle
de su padre. Sigue en la ciudad con ella.
Libros
donde aparece Brétema
Marina Mayoral
utiliza Brétema en algunas de sus obras, la primera de ella fue La única libertad (1980), donde apareció
por primera vez esta ciudad. Pero aquí no acababa la historia de Brétema y de
sus habitantes. La siguiente novela donde aparece esta ciudad es en Recóndita armonía (2000) y la siguiente,
antes de Deseos, es ¿Quién mato a Inmaculada de Silva?
(2009).
En Recóndita
armonía, en cuanto al espacio narrativo, los personajes se encuentran en
Brétema y en Madrid, a donde irán a estudiar sus protagonistas. En este libro
se cuenta la historia de Blanca y Helena. Es en Brétema donde más se destacan
las diferencias de las dos protagonistas. Blanca adora estar allí y Helena se
ahoga. En cambio en Madrid esta diferencia se disuelve.
En esta novela Marina Mayoral ofrece al
lector más información de Brétema.
Blanca nos cuenta cómo era su vida en la pequeña ciudad, sus costumbres
y su rutina. Blanca describe Brétema, en el último capítulo de Recóndita armonía.
“En Brétema, casi todos los días al atardecer
cae la niebla; baja despacio desde los montes y se desliza hasta rozar los
tejados. Pocas veces llega hasta las calles y, si lo hace, es en forma de velo
muy tenue, casi imperceptible, que sólo se nota porque deja una pátina de
humedad sobre las piedras. Si se viene en coche por la carretera hay un momento
en que se ve todo el valle sumergido bajo una masa algodonosa que lo oculta por
completo. Arriba en la montaña brilla el sol y abajo en el valle hay una luz
difusa que no hace sombras. A mí me gusta y para la piel es muy buena. La gente
de Brétema se arruga menos que la de otros sitios. Porque además es muy húmedo;
cuando no hay niebla, llueve.
Brétema es también
un lugar solitario. No quiero decir que no haya gente sino que se ve poca gente
por la calle; puedes asomarte a la ventana y no ver a nadie durante largo rato.
De vez en cuando pasa una niña corriendo, o un cura con sotana andando
despaciosamente. A veces las campanas suenan a muerto durante todo el día. Por
la noche en toda la ciudad se oyen los cuartos y las horas del reloj de la
Catedral, y el toque de las clarisas a la una de la madrugada, y el de los
frailes de la Merced a las seis y media.” [9]
En
¿Quién mato a Inmaculada de Silva? el
espacio narrativo también es Brétema donde predomina lo rural. Corresponde a La
Braña, la casa solariega de los Silva, donde sucedieron los hechos de la muerte
de Inmaculada de Silva, y Brétema que es donde pasa el verano la protagonista
que es Etelvina.
Conclusión
Marina Mayoral
ha situado esta novela en un lugar que nos hace pensar en Galicia. La niebla y
la lluvia siempre constantes, las diferentes ciudades de Galicia, que ella
utilizaba en sus novelas, las ha reunido en una sola. El reloj de la catedral
marcando siempre las horas. Ha conseguido encontrar un sitio esencial en esta
novela para que vivan todas las emociones y las sensaciones que tenemos en esta
ciudad.
También ha
logrado captar el carácter de los gallegos en su novela. No se exhiben, son muy
reservados. Ella misma reconoce que a veces al preguntar ellos te contestan con
otra pregunta, pero que es su forma de ser. Como ella reconoce entre gallegos
se entienden. Esto podemos verlo muy bien en la novela, algunos protagonistas
ocultan cosas que nunca han dicho a nadie, pero personas de su alrededor o que
las han observado en algún momento conocen ese secreto o suponen que existe ese
secreto que quieren guardar.
Bibliografía
Libros
utilizados:
Mayoral, Marina: Deseos, Madrid,
Alfaguara, 2011
Mayoral, Marina: Recóndita armonía, Madrid,
Alfaguara, 2000
Mayoral, Marina: ¿Quién mato a Inmaculada de Silva?, Madrid, Alfaguara, 2009
Páginas
webs consultadas:
http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/29397/Deseos
[1]En la
entrevista titulada “Periodista Digital entrevista a Marina Mayoral – abril
2011” Comienzan a hablar de Brétema diciendo que es un instrumento clave para
la novela. http://www.marinamayoral.es/videos.html
[2] http://www.alfaguara.com/es/autor/marina-mayoral
[3]
Publicado el 17 de junio del 2011, http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/29397/Deseos
[4] Mayoral,
Marina, Deseos, Alfaguara, 2011, p.130
[6] Ib., p. 123
[9]
MAYORAL, Marina: Recóndita armonía,
Madrid, Alfaguara, 2000, p. 257
Raquel López Martínez
Grado de Lengua y Literatura Hispánicas