
30 abr 2012
29 abr 2012
Análisis del
título: Deseos
El título es lo primero
que se conoce de un libro, de un disco o de una película y su función es atraer
al público. Centrándonos en la literatura, si no nos impacta desde un primer
momento, es probable que no queramos ni mirar el resumen de la historia, ya que
el título no es una síntesis, es un indicativo, y promete algo al lector. Con
él nuestra imaginación vuela y, por eso, a veces nos llevamos una decepción
porque la obra no ha cumplido las expectativas que nos habíamos hecho solamente
con el título. Para hacernos una idea de las dificultades que tienen los
autores a la hora de titular sus libros, pondremos como ejemplo la novela de
Margaret Mitchell, Lo que el viento se
llevó. Trabajó diez años en ella y pensaba titularlo con el nombre con que
iba a llamar originalmente a la heroína y que hoy conocemos como Scarlett
O’Hara, Pansy. Cuando faltaban menos
de seis meses para su edición, le puso Mañana
es otro día, pero lo descartó al saber que había dieciséis libros que
empezaban por la palabra “Mañana”. Finalmente, recurriendo a un párrafo del
propio libro, lo nombró con dicha frase basada en un poema romántico de Ernest
Dowson, Lo que el viento se llevó.
Por su lado, Marina
Mayoral cuenta cómo escuchó la siguiente frase en boca de una mujer en el
Aeropuerto de Barajas (Madrid) y nació el personaje de Constanza: «Tú eres lo
único que de verdad he deseado en la vida». A partir de esta construyó todos
los personajes que van apareciendo alrededor de Constanza, quien podría ser
considerada la protagonista, y que tienen como nexo de unión el desear algo
profundamente. Asimismo, admite que el título de su obra se parece mucho a Deseo de Elfriede Jelinek y añade que hay un libro
de poesía mexicana llamado del mismo modo. Se planteó cambiarle el nombre pero
no quiso «porque los deseos son el lazo de unión de los personajes». Estos
deseos son el motor que mueve a los personajes y, al mismo tiempo, tejen y
destejen la realidad como si los estuviera cosiendo Penélope. Son el hilo
conductor de toda la novela y son varios deseos: eróticos, de maternidad, de
gloria literaria, de libertad… Son deseos ocultos, prohibidos, complicados o
imposibles de realizar: algunos están insatisfechos; otros, aún por cumplir. En
opinión de nuestra autora, sin embargo, lo peor es no atreverse a enfrentarse a
ellos.
A continuación, veremos
uno a uno todos los deseos de los personajes de la novela excepto los de Georgina, Ana Luz y Benilde porque no se mencionan.
Dictino está casado con Amalia y es el padre de Blanquita.
Sin embargo, lo que siempre ha deseado es que llegara una mujer maravillosa y
se le echase en los brazos, aunque después se fuera. «Lo que yo deseo no es una
puta cara, alguien a quien pagarle para que se deje hacer. Lo que yo deseo es
un milagro, un sueño, y “los sueños, sueños son”». Esto se lo cuenta a
Constanza, a quien le acaba confesando que ya ha encontrado esa mujer y que es
«preciosa… y pelirroja». Diciéndole esto da a entender que esa mujer era ella.
Consuelo está casada con Juanma, con el hombre de sus sueños
y de quién estuvo enamorada desde la universidad. Él estaba con otra y ella
deseaba con todas sus fuerzas que le pasara algo malo para que ella lo
abandonara. De esta manera, ella podría estar con él y cuidarlo. Su relación no
acaba como ella esperaba, y piensa que hubiera sido mejor que se hubiera olvidado
de él y, así, encontrar a alguien que realmente la quisiera.
Blanquita es hija de Dictino y de Amalia. Desde que nació
tuvo marcados los pasos que tenía que seguir: al ponerle el mismo nombre que su
madrina, la farmacéutica del pueblo, su madre tuvo claro que su hija se tenía
que parecer a ella. No obstante, cuando conoció a Helena, la amiga de Blanca, es
capaz de ver que el pueblo la ahoga, y la asfixia aún más cuando «cinco años
después murió Blanca y cayó sobre ti la responsabilidad de ser su sucesora».
Amalia está casada con
Dictino y es la madre de Blanquita. Sin embargo, ella siempre había soñado con
una escuela en una aldea perdida en las montañas, y allí tener un hijo de «Moráis, el escultor. Te dejarías arrancar la piel
antes que confesarlo, Moráis era el hombre que aparecía en tus fantasías
eróticas desde que tuviste uso de razón.»
Miguel es homosexual y desde pequeño ha tenido una vida
complicada: su padre no lo aceptaba, es más, lo insultaba y lo pegaba. Su madre
intentaba defenderlo y recibía ella los golpes; hasta que un día se cansó y
supuestamente mató a su marido. Además, los fascistas del Club de los Machos lo golpearon y violaron. Por eso, su único deseo
es que encierren al grupo que le hizo aquello.
Etelvina de
Silva recopila las
memorias de Blanca y redacta la historia de La Braña. Quiere
ser una gran escritora y se compara con Emilia Pardo Bazán, quien se levantaba
siempre a las seis de la mañana para escribir, pero ella no consigue hacerlo.
El deseo que tiene ella es escribir para dejar huella de su paso por el mundo;
quiere que la recuerden cuando ya no esté y que, con ella, recuerden también a
los que han vivido con ella. En definitiva, busca la Inmortalidad en la
Literatura.
Héctor
Monterroso es hijo
de Hermes y nieto de don Pedro. Igual que su padre y su abuelo, tiene un
affaire con Constanza: su abuelo fue el esposo de ella pero su padre nunca la
quiso. Para Héctor, Constanza no es ningún pasatiempo, aunque ella se empeñe en
creer que es solo un capricho porque le dobla la edad. Él la quiere y pretende
casarse con ella, ya que ella es la mujer que él desea sobre todas las cosas.
Inés es amiga de Blanquita. Está enamorada de Edelmiro,
el camionero que encontró a la chica violada y a su hermana, y el portador del
vino de Oporto de doña Constanza. Lo que siente por él va más allá de lo
físico, aunque su amiga no lo quiera creer: se acalora cuando habla de él, le
gusta abrazarlo, sentir sus brazos rodeándola y pensar que les queda una vida
por delante. Se casarán y vivirán juntos en la casa que Edelmiro está
construyendo.
Constanza es hija de una madame
y esposa del marqués Monterroso, Pedro Monterroso, que la sacó de la calle
porque se enamoró de ella. Él le doblaba la edad pero le dio igual porque fue
el primero que lo miró con deseo y también con admiración. Ella lo quiso todo
lo que podía querer a un hombre que no fuera Hermes. El marqués lo sabía, ella
nunca le escondió nada, igual que sabía que el hijo que tuvo era de Hermes.
Hermes fue el hombre más importante de su vida y cuando va al cementerio a
verlo le recuerda: «Tú has sido lo que más he deseado en la
vida. Fíjate que no digo “el hombre que más he deseado”. Digo: lo que más, lo
único que de verdad he deseado. El dinero, el poder, el respeto, los otros
hombres…, nada ha sido comparable para mí al deseo de tenerte, de que me
quisieras, de compartir contigo la vida». Finalmente, decide continuar con su
vida aceptando ser la mujer de Héctor.
Para concluir,
comentaremos si los deseos de los personajes se han cumplido o no.
Además, se matizará si los cumplidos han sido lo que ellos esperaban en su
totalidad y el por qué no se han realizado los otros.
Dictino consigue
realizar su deseo: mantener una relación sexual con Constanza y, a partir de
ese día, es más activo, sexualmente hablando, con su mujer Amalia.
Consuelo deseaba con
todas sus fuerzas compartir la vida y ser feliz con Juanma. Después del
accidente, él no quería ninguna compasión y menos de aquellos amigos que se
alejaron. Así que dejó que Consuelo lo cuidara hasta que un día le empezó a
sentar mal todo lo que ella hacía o decía. Ella se fue cansando y alejando de
él, hasta tal punto que le dejó las pastillas en su mesita. De este modo,
podemos decir que el príncipe que ella tanto había deseado se había vuelto
rana.
Blanquita quería irse de
Brétama porque se ahogaba. Estaba cansada de tener que seguir los pasos de su
madrina Blanca; ella misma dice que se parece más a Helena en este sentido.
Después del rechazo de Héctor, aún tiene más ganas de huir. Como excusa para
marcharse del pueblo dice que ha conseguido un trabajo de investigación en
Pasteur (Francia).
Amalia, podría decirse
que tiene un deseo doble: tener un hijo con Moráis. Principalmente, cumple el
deseo de ser madre pero no con quién ella quería realmente. Acaba teniendo una
hija, Blanquita, con Dictino, de quien acaba enamorándose. Sin embargo, se
siente frustrada como madre porque no mantienen una relación madre-hija, sino
que la hija se entiende mucho mejor con el padre, y eso a ella le duele.
Miguel anhela que
encierren a los del Club de los Machos, aquellos que lo golpearon y violaron.
Ve su deseo muy cerca cuando la misma pandilla viola a la chica joven, y esta
está dispuesta a denunciarlos.
Etelvina de Silva aún no ha visto
realizado su deseo: ahora ha acabado dos libros y no se sabe si ha tenido o no
éxito; es más, nunca lo verá cumplido porque busca que la recuerden mediante su
literatura una vez haya fallecido.
Héctor Monterroso cumple su deseo
cuando en el último capítulo reúne las fuerzas necesarias para hacer la
petición de matrimonio a Constanza: le dice que si entra en aquella casa es
para salir a la mañana siguiente por la puerta principal de su mano.
Finalmente, ella acaba aceptando, aunque sin saber si lo quiero o no.
De Inés no sabemos si su deseo se cumple, ya que Edelmiro aún
no ha acabado de construir la casa en la que tienen que vivir. Por lo tanto,
hasta que la casa no esté acabada, no se sabrá si se casan o no.
Por último, el deseo de Constanza era Hermes, y Hermes ya está
muerto. Sin embargo, ella lo ve cumplido en cierta forma: puede ver en Héctor
lo que un día la enamoró de Hermes. Asimismo, podría decirse que entre el miedo
que tiene a quedarse sola y lo que le gusta Héctor, acaba aceptando su
petición.
Grado de Lengua
y Literatura Hispánicas
Zoe Pesquera
Mateu
Rabab M’hir El
Koubaa
27 abr 2012
Power Point:
https://docs.google.com/presentation/d/1ayPKcUqce6WMzzScZwLPxNTaHRMmHuRAyz1J6otravM/present?pli=1&ueb=true#slide=id.p24
Monografía:
https://docs.google.com/presentation/d/1ayPKcUqce6WMzzScZwLPxNTaHRMmHuRAyz1J6otravM/present?pli=1&ueb=true#slide=id.p24
Monografía:
CONSTANZA
Maria Anguera Gómez
Marina Silva Alcántara
1. Introducción
al personaje
Constanza es uno de los personajes más relevantes de esta
novela de Marina Mayoral puesto que toda la obra se desarrolla alrededor de
ella e influye sobre las acciones de todos los personajes. Se podría decir que
es el personaje mejor descrito y caracterizado de la novela. No a través de
ella sino a través de los habitantes de Brétema el lector puede ir tejiendo la
imagen y el retrato de esta mujer valiente, con valores fijos y mucho sufrimiento a cuestas que reviste Deseos de humanidad.
Dicho personaje ya aparece mencionado en la primera página
de la novela (p. 11):
Es
Hector Monterroso ¿De dónde vendrá éste a las seis de la mañana? De casa de
doña Constanza, seguro.
Dictino
ya avanza de ella que se dice que es una puta “de postín, de las que salen en
las revistas, pero puta”. Esta frívola descripción que Dictino hace con cariño
retrata la impresión que tienen los habitantes de pueblo sobre el personaje que
nos ocupa.
Constanza no es un personaje que
aparezca caracterizado psicológicamente des del principio de la obra sino más
bien lo contrario: en el primer capítulo el lector solo puede saber a la
protagonista a través de su sonrisa, a la que Dictino caracteriza como cómplice
(p.14):
Así
es la risa de doña Constanza: risa cómplice, se ríe y sientes que está contigo
y tú con ella, en lo bueno o en lo malo.
También
se nos adelantan de ella algunos detalles físicos de ella de la mano de Dictino
(p. 15):
[…]
le palpita el cuelo que parece de marfil entre los rizos rojos y se le ven
todos los dientes tan blancos y brillantes […]
Así como también se nos dice de ella que no es habladora y
que casi siempre escucha. Dictino la define como a una mujer lista. Constanza mantiene
una relación sin compromiso con Héctor Monterroso, quién está enamorado de ella
y hacia quien Constanza siente distancia e indiferencia. Cree que los hombres
son para ella aventuras efímeras y superficiales.
Constanza no siente amor hacia Héctor y por ello le
recomienda que se busque a otra mujer. Sin embargo él, a pesar de mantener
relaciones esporádicas con Blanquita le es totalmente fiel en sus sentimientos.
Ella tiene cincuenta y cuatro años; Héctor 34.
A pesar de la frialdad y la dificultad de esta relación,
Héctor reconoce que:
[…]
hay ternura en sus gestos y pasión en sus abrazos, y algo más a veces, algo
como desesperación…No, desesperación no es la palabra, una especie de dolor
anticipado, eso sí.
Constanza
es un ser sufrido por no haber realizado su mayor deseo: ser correspondida por
su gran amor: Hermés Monterroso y en cada uno de sus actos este dolor y esta
tristeza es percibida por los personajes que la rodean.
Benilde lo corrobora diciendo de ella que es “incapaz de
enamorarse” puesto que (p. 135):
O
bien porque la vida la zarandeó muy duro y la blindó contra debilidades
amorosas, o bien porque es una mujer interesada, que ha utilizado a los hombres
para medrar.
A pesar de haber amado toda la vida
a Hermés, Constanza mantuvo matrimonio con Don Pedro Monterroso, hermano de
éste, hasta que se quedó viuda. Gracias a este matrimonio ella prosperó
socialmente ya que sus orígenes son humildes.
En
la p. 193 Constanza es la protagonista de la voz en tercera persona del libro
que describe como era su madre:
[…] tu madre era así, egoísta y fría para las
cosas importantes y sentimental para las pequeñeces […]
Y
de la que más adelante se detalla que era “una madame que se hacía pasar por
aristócrata rusa” (p.274).
A ella misma se describe como una
“experta de interpretar miradas” como bien se puede ver también en la p. 193,
fragmento a través del cual el lector puede percatarse de que es un personaje
reflexivo y al que en el fondo le importa que impresión puedan tener los demás
sobre ella:
¿Qué
pensará de ti? Desde que pones el pie en el cementerio hasta que pasas frente
al banco en el que se sienta no te quita los ojos de encima, está esperando tu
saludo, pero es una mirada buena, tú eres una experta en interpretar miradas,
tú notas la envidia aunque quien mire se esfuerce en disimular, notas el deseo,
el odio, la curiosidad malsana, la mirada que busca arrugas, algo que criticar,
la mirada que dice <<no es para tanto>>…
Constanza es madre de un hijo que no
tuvo con Pedro sino con Hermés. Este es el secreto más bien guardado de la
protagonista y que el lector puede deducir por las charlas que frecuentemente
mantiene Constanza cuando va al cementerio y habla con su marido y el hermano
de él, Hermés.
Las visitas de Constanza al cementerio son frecuentes y en
ellas mantiene soliloquios con los difuntos. Este hecho aparentemente podría
dibujar al personaje como un ser poco cuerdo, pero son integrados de tal forma
en el relato que el lector los percibe como un recurso, o la única salvación
que le queda a Constanza para subsanar su soledad y en los que ella se desnuda como
personaje y relata sus sentimientos y sus secretos más íntimos.
3-Deseo
El personaje de Constanza es el que
guarda una mayor relación con el título de la novela, ya que es de los pocos
que consigue cumplir y satisfacer el deseo de otros personajes, aunque su deseo
sea de los pocos que jamás se podrá cumplir ya que nadie puede satisfacerlo.
Ella vivirá sabiendo que jamás podrá ver su deseo hecho realidad.
Además,
es el personaje de Constanza el que aparece en la imagen de la portada del
libro bajo el título Deseos,
probablemente porque Marina Mayoral intenta establecer ya una relación entre
este personaje tan importante y el título de la novela.
3.1-El deseo de Constanza
Al principio de la obra Héctor
Monterroso intenta descubrir cuál es el deseo de Constanza, aunque tan solo
consigue una pincelada de los sentimientos ocultos de ésta, ya que no acaba de
descubrir cuál es realmente su deseo, pero se empieza a entrever.
Héctor-
“¿Alguna vez has sentido que alguien es lo más importante de tu vida, lo único
que realmente te importa?”
Constanza-
“Sí”
Aún así el deseo de Constanza es un
deseo oculto, pues nunca llega a decírselo o explicárselo a nadie, salvo a las
dos únicas personas que murieron y con las que habla en el cementerio. Ella es
consciente de que no pudo ni puede hacer realidad su mayor deseo por mucho que
lo intentase. Llega a comentar esto en alguna ocasión con Dictino, pero no
acaba de decirlo claramente, así como tampoco hacia quién recae su deseo.
Constanza-“Pero
siempre hay algo que deseamos y que no conseguimos. Y hay que aceptarlo. Yo lo
que más deseaba en la vida, no lo pude conseguir.”
Constanza tiene una frase que
explica cuál es su deseo, y es una frase importante, con mucha carga
sentimental y de gran peso dentro de la obra, aparece en la contraportada del
libro y es una frase muy significativa. Además otro personaje intentará
explicar su deseo de la misma forma que lo hace Constanza.
Constanza-“Tú
has sido lo que más he deseado en la vida. Fíjate que no digo el hombre que más
he deseado. Digo: lo que más, lo único que de verdad he deseado.”
A pesar de que Constanza es muy
criticada por la mayoría de los personajes por ser una mujer materialista,
frívola, aprovechada, el deseo de Constanza muestra todo lo contrario. Es el
único personaje que tiene un deseo tan sentimental incapaz de ser realizado.
Muestra como Constanza es realmente una mujer enamorada que tan solo muestra
una apariencia por el hecho de tener un deseo irrealizable. Además este deseo
condicionará y marcará todo su vida, sus actos y sus consecuencias.
Esta frase característica de
Constanza tiene mucho peso dentro de la novela ya que otro personaje también
intenta explicar su deseo de la misma forma que lo hace ella, por no decir, que
intenta reproducir las mismas palabras. Este personaje es Consuelo que le
declara a Juanma, cuando éste ya ha muerto, que siempre ha sido lo que más ha
querido.
Consuelo-“Tú
eres lo que más he deseado en el mundo, lo único que realmente he deseado y no
puedo resistir la tentación. Lo único que he deseado siempre eras tú.”
Se
ve como la autora intenta reproducir el deseo de Consuelo igual que lo hace con
Constanza, sin embargo no acaba de utilizar las mismas palabras exactas, quizás
porque el deseo de Constanza tiene mayor carga sentimental y simbólica.
3.2-Los deseos que satisface
Constanza es la única que es
capaz de satisfacer los deseos de otros personajes a pesar de que ella no pueda
realizar el suyo. Ella hace realidad los deseos de Dictino y Héctor Monterroso.
Dictino
es un hombre bueno, trabajador, casado, que ama a su mujer pero tiene un deseo
que se ve incapaz de realizar con su esposa. Constanza al ver la imposibilidad
de realizar su deseo y que eso ha marcado el resto de su vida, intenta
complacer los deseos de aquellos a los que aprecia o tiene en mucha estima.
Constanza-“Y
tú Dictino, ¿has conseguido lo que más deseabas en la vida?”
Dictino tiene el deseo de estar por
una vez en su vida con una mujer maravillosa, pasar una noche con una mujer de
las que parecen en sus sueños, pero sin que eso signifique nada porque quiere a
su mujer y no la quiere dejar. El deseo de Dictino es más bien sensual y
sexual. Constanza hace realidad este deseo aunque no se explícita en el texto
pero sí se deja caer de forma sutil. Algunos personajes sospechan de esta
relación, como Blanquita y Amalia.
Otro
personaje al que es capaz de satisfacer su deseo y quizás el más importante es
Héctor Monterroso. Además es el único que sabe que el deseo de Constanza es por
un hombre al que todavía ama.
Héctor-“Ese
hombre que tú no podrás sacar ya nunca de tu mente, que se interpondrá cada vez
que la abraces, cada vez que tú creas estar poseyéndola y ella cierre los ojos
y se imagine que eres otro…”
Pero él, aun así, quiere intentar
que el deseo de Constanza cambie, y que sea él el hombre al que desee.
Constanza satisface por una parte el deseo de Héctor ya que mantiene una íntima
relación con él a pesar de que es su “nieto”, pero el deseo de Héctor va más
allá, no quiere una simple relación carnal con Constanza ya que él la ama y ya
no se trata de satisfacer su deseo sexual, sino que quiere cumplir su mayor
deseo, su deseo sentimental, su deseo amoroso.
De alguna manera Constanza intenta
que Héctor se satisfaga con la relación que ambos mantienen, que aproveche y
disfrute de esos momentos en vez de amargarse por saber que quizás no podrá
lograr ese deseo amoroso con ella.
Constanza-“¿Porqué
no disfrutas de lo que tienes en lugar de amargarte con lo que no puedes
conseguir?”
Quizás el personaje de Héctor es un
espejo en el que Constanza se ve reflejada por el hecho de ese deseo de amar a
alguien que no te corresponde. Durante la novela Héctor intentará hacer
realidad su deseo aunque Constanza se niega. Ahí queda reflejado el deseo
insatisfecho de Héctor que solo ella puede hacer realidad. Esto cambiará al
final de la novela cuando Héctor se declara y pide matrimonio a Constanza.
Héctor-“No
quiero entrar por la puerta de atrás. No quiero ocultarme más, Constanza. Y lo
que tengo que decirte puedo decírtelo desde aquí y a gritos en medio de la
plaza: ¡te quiero! Te quiero como nunca he querido a nadie. Eres lo más
importante en mi vida. Lo único realmente importante. Y lo serás siempre,
Constanza, porque tú sabes que cuando se quiere así no se olvida nunca. Lo
sabes muy bien.”
Constanza al verse reflejada en este
deseo de Héctor porque es el mismo que ella tenía y aun sigue teniendo y al
saber que nunca dejaría de amarla y no la olvidaría nunca, acepta casarse con
él y realiza y satisface el mayor deseo de Héctor.
Constanza-“Estás
loco, Héctor Monterroso”
Constanza satisface los deseos
carnales de Dictino y Héctor y llega más allá con Héctor, al ser capaz de
cumplir su mayor deseo, pasar el resto de su vida juntos.
Por todo esto, se puede decir que el
personaje de Constanza es el que está más relacionado con el título de la
novela porque no sólo ella tiene un deseo sino que cumple y satisface el de
otros y sobre todo el deseo de Héctor, aquél deseo que ella no pudo realizar
jamás y el que condicionó su vida, el mismo deseo que ha hecho realidad para
Héctor.
4-Constanza y el cementerio
Uno de los puntos a destacar de
Constanza a parte de su “deseo” es que es el único personaje que vive y se
describe en dos espacios diferentes. Vive tanto en el pueblo de Brétema, en lo
terrenal, como en el cementerio, ese espacio espiritual que une ambos mundos.
El cementerio es el espacio en que Constanza desnuda su alma, en el que ella se
muestra tal y como es y en el que expresa sus sentimientos y también en el que
expresa su deseo más oculto. No se sabe qué hombre fue tan querido por
Constanza hasta que no se llega en el momento en que ella entra al cementerio.
Ahí se muestra su vida amorosa y cuál fue el hombre al que realmente amó:
Hermes, el hijo de su marido.
Constanza-“No
puedes ignorarlo Hermes, es así y no tiene vuelta de hoja. Es mejor que lo
aceptes, que te dejes querer como te has dejado querer hasta ahora, pero
sabiendo lo que has sido en mi vida, lo que sigues siendo…no me des las
gracias, las cosas del corazón son así y ya está. Ni yo podía quererte menos,
ni tú podías quererme más.”
Constanza habla tanto con Hermes, su
amor, como con don Pedro su marido, a ambos les explica todo y don Pedro sabe
que el mayor deseo de Constanza es Hermes, su hijo. Muy curiosa la forma en que
el marido de Constanza y su amor están juntos en el panteón, de alguna manera
se recogen juntos los dos seres más queridos por Constanza.
Esto
es comentado también por otros personajes de la novela que sospechan cuál puede
ser el deseo de Constanza al ver la forma en que actúa dentro del cementerio.
Benilde-“En
la tumba de don Pedro pone casi siempre un ramo de flores de la estación, pero
en la de Hermes deja sólo una rosa roja. Si se sienta mirando siempre hacia el
mismo lado quiere decir que: o tiene un lumbago permanente en uno de ellos, o
no padece del lumbago, o lo que le interesa es mirar el retrato de Hermes…”
Es curiosa la forma que tiene
Constanza de hablar en el cementerio. No es una mujer que está loca ya que
habla con la tumba de don Pedro, su marido, y con la de Hermes. Quizás puede
aparentar que no está muy cuerda por el hecho de que aparentemente se
establecen conversaciones entre Pedro y Constanza y Hermes y Constanza. Aunque
únicamente se oye la voz de Constanza, ella deja entrever qué estos hablan con
ella, ya que hace un monólogo pero como si sus preguntas fuesen respondidas por
éstos. No se sabe si realmente existe una conexión tal entre lo terrenal y lo
espiritual que permite que Constanza sea capaz de hablar con ellos o si ella
misma se contesta por buscar sus propias aprobaciones o las contestaciones que
ella desearía escuchar. En nuestra opinión es más el segundo caso, ella expresa
sus sentimientos con los seres más queridos y como por desgracia ya han muerto
ella hace como si pudiera mantener aún conversaciones con ellos.
Es importante la portada del libro
ya que debajo del título se muestra el personaje de Constanza de espaldas y las
puertas de un cementerio abiertas. Marina Mayoral ya plasma como el cementerio
es el espacio que une a Constanza con su mayor deseo y que a pesar de no poder
realizarlo en el pasado, tampoco puede ahora. Su deseo enlaza lo carnal con lo
espiritual, por eso el cementerio es el espacio más importante en el que se
desenvuelve Constanza.
5. La figura de Constanza en Deseos
Constanza representa en esta novela un cúmulo de
sentimientos, perspectivas, imágenes y actitudes muy comunes en la sociedad.
Todas ellas se ven confluidas a su alrededor puesto que es o “provocadora” o
“receptora” de todas ellas.
Representa valores tales como la libertad y la valentía,
que pueden verse en el hecho de que a pesar de saber que todo Brétema piensa de
ella que es una prostituta. Constanza no parece verse afectada por ello –si
molesta- y sale a la calle con orgullo y lleva su vida adelante poniendo de
relieve su libertad personal.
Por otro lado sabe que es envidiada por mucha gente en el
pueblo, sobre todo mujeres, por el hecho de ser deseada por el común de los
hombres. Sin embargo ella no hace especial ostento de ello sino que en su vida
privada es totalmente contraria a lo que la gente piensa puesto que solo
mantiene relaciones amorosas con un hombre.
Constanza representa el ser humano castigado por la
sociedad sin un motivo aparente y solo a causa de las habladurías de los demás.
Su infortunio es tal que además la vida la ha castigado quitándole su mayor
deseo: el de ser correspondida en el amor. Es cierto que relaciones amorosas ha
tenido, pero solo ha habido un hombre que ha hecho que la vida cobrara sentido
para ella y con el que tuvo un hijo del cual ha tenido que mantener en secreto
su verdadero origen.
6. Conclusiones
Se
puede concluir que Constanza es el personaje más caracterizado y de más
relevancia de la novela puesto que todas las acciones, hechos, sucesos y
sentimientos se ven entrelazados en algún momento con su figura. La de una
mujer que a pesar de no haber visto realizado su mayor deseo: el de ser
correspondida en el amor, es capaz de mirar hacia adelante conformándose con lo
bueno que le ha dado la vida y haciendo el ejercicio de intentar ser feliz
dándose la oportunidad de empezar una nueva vida al lado de una persona de la
que no está totalmente enamorada pero de la que sí sabe que va a ser feliz a su
lado.
Quizá
porqué la felicidad máxima no existe, quizá porqué a veces lo esencial se
vuelve invisible a los ojos del ser humano, Marina Mayoral da una lección al
lector advirtiéndole de que todos tenemos y tendremos grandes deseos que se nos
quedarán sin realizar pero que sin embargo los habrá muchos otros que sí se nos
van a realizar y hay que saber aprovecharlos porqué la vida pasa, i no es por
ello la acción de Constanza una resignación ante la soledad de la próspera
vejez si no un acto de valentía de brindarse la oportunidad de ser feliz,
objetivo que persigue todo ser humano a lo largo de su vida y que a veces no
acaba encontrando de tanto buscarlo porqué, sencillamente, lo tenía ya a su
lado.
26 abr 2012
25 abr 2012
Análisis Pragmático de los capítulos dedicados a Blanquita de la novela “Deseos” de Marina Mayoral
“Pragmática”
es un término introducido para la primera vez por Charles Morris,
que la describía como el conjunto de relaciones de signos e
intérpretes y la incluía en su teoría de semiótica. Después
Carnap ofreció una definición que restringía su ámbito,
explicando que se habla de pragmática cuando se hace referencia al
hablante. Estas definiciones se analizaron además después por otros
lingüistas como Montague y Levinson.
Las
definiciones de pragmática hoy en día son muchas, y ninguna de
ellas es plenamente satisfactoria; sin embargo se puede intentar dar
una definición de pragmática más o menos exacta, describiéndola
como: “el estudio de los principios que regulan el uso del lenguaje
en la comunicación, de las condiciones que determinan el empleo de
enunciados concretos emitidos por hablantes concretos en situaciones
comunicativas concretas, y su interpretación por parte de los
destinatarios”. En pragmática se consideran los factores
extralingüísticos ligados al uso del lenguaje.
Los
conceptos básicos que se analizan en pragmática son:
Naturaleza
Material
- Emisor: hablante que produce intencionalmente una expresión lingüística en un momento dado;
- Destinatario: persona(s) a la(s) que el emisor dirige el enunciado;
- Enunciado: expresión lingüística producida por el emisor, construida según un código lingüístico;
- Entorno: soporte físico en que se realiza el acto de enunciación, lugar y tiempo, también llamado Contexto Extra verbal por Caseriu, que lo divide en:
- Contexto Físico: cosas que están a la vista
- Contexto Empírico: cosas que se conocen aun no estén a la vista
- Contexto Natural: todos contextos empíricos posibles
- Contexto Practico u Ocasional:
- Contexto Histórico: historia conocida por los hablantes
- Contexto Cultural: tradición cultural de la comunidad
Naturaleza
Inmaterial
- Información Pragmática: conjunto de conocimientos, creencias, etc. de un individuo en cualquier momento de la interacción verbal. Dik la divide en los siguientes rasgos:
- General: conocimiento del mundo
- Situacional: conocimiento derivado de la percepción durante la interacción
- Contextual: lo que se deriva de las expresiones lingüísticas intercambiadas en el discurso inmediatamente precedente
- Intención: relación entre el emisor y la información pragmática por un lado, y el destinatario y el entorno por otro lado. Siempre hay una intención ligada a un acto comunicativo; el emisor quiere actuar sobre el estado de las cosas para modificarlo o para impedir que se modifique. Esto estado de las cosa incluye la propia posición, la del interlocutor y el entorno.
- Relación Social: existe per el mero hecho de pertenecer a una sociedad. Es vinculada al grado de relación social entre emisor y destinatario e impone una serie de selecciones que determinan la forma del enunciado.
Miramos
algunos ejemplos de estos elementos que se pueden encontrar en la
porción de la novela que estamos analizando:
En
la p. 300 se encuentra una larga parte de dialogo, tomemos en
análisis un fragmento:
Inés
aparece en la puerta de la farmacia:
-¿Estas
de guardia?
-¡No!
Ya cierro, Inés, espérame.
Aquí
hay dos enunciados construidos según el sistema lingüístico
castellano. El primer emisor es Inés y el destinatario es Blanca, y
en el segundo enunciado sus condiciones se revierten. El entorno es
la farmacia a las 20.00h del día en que se desarrolla la novela.
Este entorno puede ser analizado según los rasgos propuestos por
Caseriu:
- Contexto Físico: las dos saben que están dentro de una farmacia y que están hablando con su amiga.
- Contexto Empírico: que a una cierta hora la farmacia cierra, que puede ser que blanca esté de guardia esta noche, que en las farmacias hay los turnos de guardia, etc.
- Contexto Natural: que las farmacias son botigas donde se venden medicamentos que la gente tiene che tomas cuando está enferma, que hay enfermedades, etc.
Para
analizar de manera más importante los otros rasgos, tomemos un otro
fragmento del texto:
p.
302
-[…]
y lo que es mejor, parece una película, Blanca, encontraron un pin
con una cruz gamada.
-¡Joder!
Entonces es cierto que fueron los del Club de Machos.
- Contexto Histórico: las dos chicas saben que existió el Nazismo, que se ocurrió la Segunda Guerra Mundial, etc.
- Contexto Cultural: ellas saben también que generalmente la gente no muestra símbolos relacionados con el nazismo, pero hay algunos que intentan reproducir el estilo de vida de los nazis e que generalmente estas personas son racistas, xenófobas, violentas, agresivas, etc.
Ajora
vemos algunos ejemplos en el texto de elementos inmateriales:
p.
307
Blanquita
la interrumpe con brusquedad.
-Me
voy al Pasteur, Inés.
Inés
se para y la mira desconcertada.
-¿Como
que te vas? ¿Qué quieres decir? Blanqui, por dios, ¿Qué estás
diciendo?
-Me
han ofrecido un trabajo. No sé aun por cuanto tiempo, pero es un
trabajo fijo y empiezo enseguida.
Información
Pragmática:
- General: Inés sabe que hay un instituto en Paris que se llama Pasteur donde Blanquita ya trabajo como becaria.
- Situacional: por la brusquedad con la que Blanquita se lo dice, Inés comprende que se trata de algo inminente e irrevocable.
- Contextual: Inés comprende que a Blanquita le han ofrecido un trabajo en este instituido y que ella ha tomado la decisión de aceptarlo sin decirle nada y ahora esta confesándoselo.
Intención:
La
intención de Blanquita en este caso es de confesar su salida y de
haberlo decidido sin comentarlo con su amiga.
Relación
Social:
La
relación entre Blanquita y Inés es muy estrecha y familiar, por
esta razón ellas hablan de forma muy directa sin considerar
demasiado las máximas de la cortesía que veremos más abajo.
Antes
de pasar al próximo argumento de análisis, vale la pena abrir un
pequeño paréntesis sobre el silencio. De hecho también el silencio
puede ser considerado una intención y tiene valor comunicativo
cuando se presenta como alternativa al uso de la palabra:
p.
303
- A Miro le va a tocar testificar sobre eso, porque lo que se dice es que de un modo u otro las guardias provocaron el accidente.
- Sobre eso y sobre la violación, porque Adolfo, antes de morir, hablo con el...
Inés
se calla y Blanquita la mira, esperando. Inés sigue callada.
- Si te quedas más tranquila no me lo cuentes, pero sabes que yo no comento nada con nadie.
Se
ve como en este caso el silencio de Inés no es simplemente una falta
de voluntad comunicativa, sino un silencio querido para comunicar a
Blanquita que lo que está a punto de decirle es muy serio e
importante.
Deixis
La
deixis se ocupa de como las lenguas gramaticalizan o codifican
algunos rasgos del contexto de enunciación o del evento de habla y
ciertas expresiones del lenguaje natural. De hecho, se tiene que
conocer el contexto para comprender los elementos deícticos. El
primero che hablo de ellos fue Pierce.
La
deixis se categoriza en:
- Persona
- Lugar
- Tiempo
- Discurso
- Social
Deixis
de Persona: se divide en primera persona, segunda persona, tercera
persona; donde la tercera persona no corresponde a ningún papel de
participante específico en el evento de habla.
La
deixis de persona se codifica a través de pronombres o con la
concordancia del predicado.
Deixis
de Lugar: se refiere a la situación espacial en que se encuentran
los participantes en el evento de habla. Se puede hacer referencia
describiéndolo o situándolo (en relación a otros objetos o
deícticamente). Las lenguas gramaticalizan el lugar distinguiendo
entre próximo y distante; además hay palabras que son puramente
deícticas de lugar:
-adverbios:
aquí, ahí, allí
-pronombres
demostrativos: este, ese, aquel
-algunos
verbos de movimiento tienen elementos deícticos incorporados
Deixis
de Tiempo: trata los periodos temporales relativos al tiempo en que
se pronuncia el enunciado. Se gramaticaliza con adverbios deícticos
de tiempo y con el tiempo gramatical. Es importante distinguir entre
tiempo e codificación (TC) y tiempo de recepción (TR). Cuando estos
dos no corresponden, se tiene que comprender donde está el centro
deíctico y normalmente se considera que pertenezca al (TC).
Deixis
del Discurso: hace referencia a porciones del discurso en desarrollo
en que se sitúa el enunciado.
Deixis
Social: es ligada a distinciones sociales relativas a los papeles de
los participantes, como pronombres corteses, formulas de tratamiento,
de apelación, etc.
Según
la teoría de la Marcación de Jakobson y Trubetzkoy, donde el
miembro más usual, más normal, menos especifico es el no marcado, y
viceversa; el centro deíctico siempre se encuentra en los miembros
no marcados.
Los
usos de la deixis son diferentes: se puede tener una expresión
deíctica sin uso deíctico, se puede tener un uso gestual por el
cual hace falta un control físico del evento de habla, o un uso
simbólico donde solo es suficiente el conocimiento de los parámetros
espacio-temporales básicos.
Vemos
algunos ejemplos tomados del texto:
p.
57
[...]
estas dispuesta a condicionarlo todo de un tipo a quien tu le
importas un bledo... […] estas convencida de que solo eres una
aventura para él...
En
este caso “un tipo” y “el” hacen referencia a alguien que
todavía no se sabe quién es, entonces sin conocer el contexto
nosotros no podemos saber que se trata de Héctor.
p.
310
Vuelven
a la zona iluminada e Inés le señala un banco.
-Siéntate
ahí. Dame la zapatilla.
p.
299
Blanquita
deja sobre el mostrador de la farmacia un frasco y señala hacia la
rebotica.
-Disculpe
un momento. Voy a coger el teléfono.
La
señal gestual y “ahí” no tendrían sentido extraído del
contexto. Igual que la señal hasta la rebotica que tiene que ser
acompañado por una explicación verbal.
p.
304
[…]
Adolfo volvió a decirle: “A esa puta... yo solo la pise”
-¡Dios
santo! Eso es una confesión.
p.
314
[…]
Y no dio explicaciones: “No puedo”, eso quiere decir que no puede
ni el sábado ni nunca.
p.
315
[…]
tú eres una buena hija, eso es lo que pienso de ti.
En
los tres ejemplos “eso” se refiere a una parte del discurso en
desarrollo.
p.
43
-Mejor
siete Dictino... Que tengas un buen día...
-Usted
también, don Héctor.
Aquí
el uso del “tu” por un lado y del “usted” por el otro, y el
hecho che Dictino llame “don” a Héctor muestran un desequilibro
entre las condiciones sociales de las dos partes.
Presuposición
La
presuposición es un tipo de inferencia pragmática ligada a la
estructura lingüística real. El primero que hablo de presuposición
fue Strawson, distinguiéndola del concepto de entrañamiento. De
hecho:
Entrañamiento
Semántico: A entraña semánticamente B si y solo si en cada
situación donde A es verdadera, B es verdadera. A→B
Presuposicion
Semántica: A presupone semánticamente B si y solo si en todas
situaciones donde A es falsa B es verdadera. ¬A→B
Entonces
la presuposición se mantiene en las oraciones negativas.
Las
presuposiciones se dividen en:
Existenciales:
ligadas a expresiones referenciales
- sintagmas determinantes
- términos deícticos
- nombres propios
Lexicales:
se producen por el significado de algunos tipos de verbos
- factivos
- de juicio
- de cambio de estado
- implicativos
Focales:
dependen de ciertas formulaciones prosódicas o sintácticas
- mayor intensidad prosódica
- oraciones escindidas
- adverbios focalizadores
Las
presuposiciones tienen algunas propiedades:
- Constancia bajo la negación
- Defectibilidad
- Proyección
Defectibilidad:
las presuposiciones son defectibles en algunos contextos del discurso
e intraoracional. Esto puede ocurrirse en:
- Presuposiciones expresadas por cláusulas con las palabras “antes de”
- Conocimiento mutuo que la presuposición es falsa
- Lo que se dice junto a algunas asunciones de fundo es inconsistente con lo que se presupone
- Argumentos por reducción o presentación de pruebas en contra de alguna posibilidad o asunción
Proyección:
las presuposiciones se comportan de manera diferente en oraciones
complejas. Según Frege el significado de las oraciones es
composicional y el significado de una expresión es la suma de los
significados de sus partes. Langendoen y Savin aplican esta teoría
también a las presuposiciones, pero aun no se ha logrado formular
una teoría satisfactoria sobre el problema de la proyección.
Vemos
algunos ejemplos de presuposición en el texto:
p.
300
-Nada,
nada, no tomes más potingues, Encarnación.
Sea
la frase afirmativa, sea negativa, presupone que ye Encarnación haya
tomado potingues.
p.
304
-“A
esa puta... yo solo la pisé”
Presupone
que la chica ha sido golpeada. También si Adolfo dijo “yo no solo
la pise” la frase seguiría presuponiendo que la chica fue
golpeada. Esta presuposición se basa sobre la presencia de la
palabra “solo”.
p.
303
[…]
Adolfo, antes de morir, hablo con él...
Presupone
que Adolfo se ha muerto.
p.
308
-Y
tan mal: Héctor Monterroso acaba de darme plantón por teléfono...
en realidad sería más exacto decir que acaba de romper conmigo.
El
uso del verbo romper presupone que los dos fueron juntos, sea que
Héctor acaba de romper con Blanquita, sea que no.
p.
44
[…]
tío German tenía razones para negarlo, si es que hubo algo.
En
este caso la presuposición seria que teniendo o no razones para
negar, hay algo que negar, pero si consideramos la oración en su
totalidad, se ve como a causa de la proyección la presuposición
desaparece, porque se pone en duda el hecho que hubo algo.
Implicatura
La
implicatura es una clase de inferencia pragmática teorizada por
Grice que esta fuera de la organización del lenguaje, es uno de los
principio generales de la interacción cooperativa y proporciona una
explicación explicita de cómo es posible significar más de lo que
efectivamente se dice.
Grice
propone un principio de máximas no normativas, sino descriptivas que
constituyen una condición preparatoria al concepto de implicatura
Principio
de Cooperación:
- Cantidad
- Calidad
- Pertenencia
- Manera
Cantidad:
Máximas
- Haga su contribución tan informativa como exigen los propósitos actuales del dialogo
- No hagas su contribución más informativa de lo requerido
Calidad:
Supermaxima
- Trate de que su contribución sea verdadera
Máximas
- No diga lo que crea que es falso
- No diga algo de lo que no tenga pruebas suficiente
Pertenencia:
Máxima
- Diga cosas relevantes / Haga contribuciones pertinentes
Manera:
Supermaxima
- Sea claro
Máximas
- Evite la oscuridad en la expresión
- Evite la ambigüedad
- Sea Breve
- Sea metódico / ordenado
Grice
defiende que las máximas son dispuestas de modo que cuando la
conversación no es conforme a ellas, los oyentes asumen que los
principios están incorporados a un nivel más profundo.
Se
puede dejar de cumplir las máximas en los siguientes casos:
- Enunciado irónico o metáfora
- Mintiendo
- No dando toda la información
- Hablando mal una lengua
- Cuenteando un chiste
También
hay varias maneras de violar las máximas:
- Violación encubierta de una máxima
- Suspensión abierta de máximas o principios
- Conflicto o colisión en que se tiene que elegir una máxima contra la otra
- Violación abierta o burla de una de las máximas
Cuando
se violan las máximas surgen inferencias para preservar la asunción
de una colaboración, y aquí se pone el estudio de las implicaturas
conversacionales por las inferencias que van más allá del contenido
semántico. Generalmente hay algunas condiciones por que las
implicaturas conversacionales se produzcan:
- el emisor está observando las máximas o el principio de cooperación
- se supone que el emisor piensa lo que quiere realmente decir
- el emisor piensa que él y el destinatario saben que este ultimo puede figurarse que la suposición arriba es necesaria
Hay
diferentes clases de implicatura:
-Convencionales:
el significado de lo dicho no se deriva de principios pragmáticos de
rasgo superior como las máximas, sino está vinculado a elementos
léxicos o expresiones concretas, igual que la presuposición.
-No
convencionales: se generan de otros principios como las máximas de
Grice. Ellas se dividen en:
- No conversacionales: cuando los principios que la regulan son de naturaleza diferente
- Conversacionales: reguladas por los principios de la conversación. Entre ellas a su vez hay:
- Generalizadas: no dependen directamente del contexto de emisión
- Particularizadas dependen decisivamente del contexto de emisión
Según
la definición elaborada por Levinson:
Implicatura
Particularizada: Implicatura I de enunciado E es particularizada si E
implícita I solo en virtud de unas suposiciones contextuales que no
se obtendrían invariablemente o normalmente.
Implicatura
Generalizada: Implicatura I de enunciado E es generalizada si y solo
si E implícita I a menos que hayan suposiciones contextuales
especificas inusuales que la eliminen.
Levinson
también ofrece 3 principios en que se producen implicaturas
conversacionales generalizadas:
Principio
C (Cantidad):
Máxima
del Hablante: seleccione la alternativa paradigmática mas fuerte
informativamente que sea consistente con los hechos
Corolario
del Receptor: lo que el hablante dice es la afirmación más fuerte
con lo que sabe
Principio
I (Información):
Máxima
del Hablante: produzca la información mínima lingüística
suficiente para alcanzar sus fines comunicativos
Corolario
del Receptor: desarrolle el contenido informativo del enunciado del
hablante, con interpretación más específica, a menos que el
hablante utilice una expresión marcada
Principio
M (Manera):
Máxima
del Hablante: indicar una situación anormal, no estereotípica, por
medio de expresiones marcadas que se distingan de aquellas que se
usarían para describir una situación normal.
Corolario
del Receptor: lo dicho de una manera anormal indica una situación
anormal o, dicho de otro modo, los mensajes marcados indican
situaciones marcadas específicamente.
Las
implicaturas conversacionales son reconocibles por determinadas
características:
- Cancelabilidad: las implicaturas son cancelables añadiendo cláusulas que la invaliden explícitamente o emitiendo dicho enunciado en un contexto que indique que se está violando el principio de cooperación.
Las
inferencias deductivas o lógicas no son defectibles.
- No Separabilidad: las implicaturas que no se derivan de la máxima de manera no son separables porque están ligadas al contenido semántico de lo que se dice y no a la forma lingüística, y por lo tanto no se pueden separar de un enunciado sustituyendo las palabras por sinónimos.
- No Convencionalidad: no son parte del significado convencional de las expresiones lingüísticas ligadas, de hecho son propiedades de los enunciados y no de las oraciones; una misma oración puede dar lugar a un número no predeterminado de implicaturas.
- Calculabilidad y no Deducibilidad Lógica: para cualquier implicatura debe ser posible que a partir del significado literal y del principio de cooperación de las máximas, un destinatario podría efectuar la inferencia en cuestión para preservar la asunción de coperatividad.
Las
implicaturas conversacionales no son propiedades lógicamente
deducibles, no dependen de lo que se dice sino del hecho de decir lo
que se dice.
- Indeterminación: las implicaturas conversacionales tienen un cierto grado de indeterminación, un único significado puede dar origen a implicaturas distintas en circunstancias distintas y un conjunto de implicaturas puede no ser determinable de modo exacto.
Vamos
a ver algunos ejemplos de implicatura que se pueden encontrar en el
texto:
p.
45
[…]
“Has dejado bien alto el pabellón español”. Y tu madre, con
guasa: “Igual que Federico Bahamontes y Manolo Santana”.
En
este caso, el enunciado irónico ignora la máxima de pertenencia
para demonstrar su desacuerdo.
p.
45
-Esta
bien dejar puertas abiertas por donde uno pasa. Nunca se sabe las
vueltas que da la vida.
Lo
que, dicho por tu madre, significa que, por si volviese a ocurrir una
catástrofe como la de la Guerra Civil, es muy conveniente la
oportunidad de un puesto de trabajo digno en Francia..., pero
también quiere decir que solo un cataclismo justificaría tu marcha
de Bretema.
En
este caso se trata de una implicatura estándar, porque hay
implicatura sin violación de las máximas. Sin embargo, dado el
contexto y la conciencia que Blanquita tiene del hecho que su madre
no quiere que ella se vaya, puede figurarse lo que la madre piensa
realmente, y Amalia también sabe que blanquita puede figurárselo.
p.
49
-Disfruta,
Blanquita, compra lo que necesites, ve a ver todo lo que te
guste: teatro, conciertos, opera, ballet, todo lo que aquí no
tenemos. Aprovecha bien el viaje.
Aprovecha
bien porque después te vendrás a Brétema a vender jarabes y a ser
toda la vida Blanquita la de doña Amalia, eso iba implícito.
Esta
situación es la misma del ejemplo de arriba.
p.
300
-Te
la he quitado de encima. Que pesada y que cotilla es la pobre. ¿Vas
a cerrar de verdad o lo decías para librarte de ella?
-Cierro,
es ya la hora.
En
este caso Blanquita ha sido fiel a las Máximas de Grice no
infringiéndolas, pero Inés por un momento duda de eso, porque el
contexto le hace pensar que haya infringido la máxima de calidad
mintiendo y produciendo una implicatura conversacional
particularizada.
pp.
304-305-306
[…]
Adolfo volvió a decirle: “A esta puta... yo solo la pisé”.
[…]
-La jueza podría entender que se trata de una confesión antes de
morir: él se acusa de haberla pisado... y los otros quedan líberos
de esa culpa.
[…]
Ya dudaba de si había dicho “la pisé yo solo” o “yo solo la
pisé”, que es diferente.
Aquí
se ve como entre en juego la característica de no convencionalidad.
De hecho, el significado de esas palabras no es claro y la misma
oración puede dar lugar a diferentes interpretaciones. También
modificando el orden de las palabras, las implicaturas que surgen son
diferentes.
p.
310
-¿Estas
pasándolo mal? ¿Por Héctor Monterroso?
-¡Sí!
¡Y además he pisado una mierda de vaca!
Inés
ríe a carcajadas y Blanca se echa a reír también.
Aquí
Blanca esta explícitamente infringiendo la máxima de pertenencia
para producir una oración irónica.
p.
314
-Me
dijo: “Blanca no puedo ir”. Y yo le dije: “Gracias por
avisarme”. Y entonces el dijo: “Lo siento, lo siento. Adiós,
Blanca”.
-¿Eso
fue todo?
-¿Que
mas querías que dijese? ¿Gracias por los servicios prestados?
-Blanqui,
eso no se puede considerar una ruptura.
-¿Ah,
no? Tenias que haberlo oído.
-Solo
te dijo que no podía ir y que lo sentía, Blanqui. Si fue así, no
puedes decir que ha roto contigo.
Siendo
esta una implicatura derivada de la máxima de manera, es una
excepción a la propiedad de no separabilidad. De hecho, está ligada
a la manera de expresar el contenido semántico, y no al contenido
mismo. Entonces, substituyendo las palabras por sinónimos, o
analizándolas como hace Inés, la implicatura desaparece.
Cortesía
Siendo
el lenguaje un medio de relación interpersonal, es utilizado cuando
se pretende llegar a determinados objetivos y conseguir la
colaboración del destinatario. Se intenta entonces actuar de alguna
forma sobre el destinatario.
La
naturaleza de la relación entre interlocutores depende de factores
sociales como el grado de distancia entre ellos, la edad, el sexo, el
grado de conocimiento previo, la posición social, la autoridad, la
jerarquía, etc.
El
uso del lenguaje es entonces regulado por un conjunto de normas
sociales establecidas por cada sociedad que regulan el comportamiento
adecuado de sus miembros, prohibiendo algunas formas de conducta y
favoreciendo otras; y por otro lado por una actuación individual
según la cual cada uno debe tratar al otro de acuerdo con las
posiciones sociales que ambos ocupen.
La
cortesía constituye entonces un conjunto de estrategias
conversacionales para reducir el conflicto entre sus objetivos y los
del destinatario. Por ende, hay una fuerte tensión entre el
principio de cooperación de Grice, que da prioridad a una
transmisión de la información eficaz, y la cortesía, al servicio
de las relaciones sociales. De hecho, cuando lo importante es
transmitir ericáceamente una información no se utiliza la cortesía
sino las máximas de Grice. Lakoff divide el lenguaje en las dos
categorías siguientes, proporcionando algunas reglas de la cortesía:
Intercambio
Transaccional: Sigue los principios conversacionales, su regla
principal es: “sea claro”, por una transmisión eficaz de la
información.
Intercambio
Internacional: Se funda sobra la cortesía, al fin de reducir
posibles tensiones creadas. Las reglas de la cortesía son:
- No se imponga
- Ofrezca opciones
- Refuerce los lazos de Camaradería
También
Leech formula una teoría de la cortesía, sin establecer reglas. El
divide la cortesía entre absoluta, característica de algunos
enunciados; y relativa, en la cual se adecuan los enunciados al grado
de distancia social. Este última se evalúa en una escala de coste o
beneficio para el destinatario y el emisor:
Descortés:
Mas coste y menos beneficio por el destinatario
Cortes:
Mas coste por el emisor, mas beneficio por el destinatario
En
general, en el continuum de acciones desde cortes hasta descortés,
se pueden identificar cuatro categorías:
- Acciones que apoyan cortesía: agradecer, felicitar....
- Acciones prácticamente indiferentes a la cortesía: afirmar, informar...
- Acciones que entran en conflicto con la cortesía: pedir, ordenar, preguntar...
- Acciones dirigidas frontalmente contra la cortesía: amenazar, acusar, maldecir...
Leech
propone algunas máximas que regulen el uso de la cortesía:
- Máxima de Tacto: suponga que el interlocutor deba autorizar.
- Máxima de Generalidad: minimice su beneficio, maximice el beneficio del interlocutor.
- Máxima de Aprobación: minimice el desprecio hacia el otro, maximice el aprecio.
- Máxima de Modestia: minimice el aprecio hacia sí mismo, maximice hacia el otro.
- Máxima de Acuerdo: minimice desacuerdo hacia el otro, maximice el acuerdo.
- Máxima de Simpatía: minimice antipatía, maximice simpatía.
También
Brown y Levinson formulan una teoría de la cortesía, basada sobre
dos propiedades explicativas del comportamiento comunicativo:
-La
racionalidad, ligada al principio de cooperación
-La
imagen pública, ligada a la cortesía
La
imagen pública es el concepto fundamental de esta teoría: de la
necesidad de mantenerla se derivan todas las estrategias de la
cortesía. Como es vulnerable, hay que ponerla en salvo y para
hacerlo no se debe dañar ni amenazar la de los demás.
La
imagen pública se regula según dos vertientes: la positiva,
dirigida a ser apreciado por los demás; y la negativa, ligada al
deseo de tener libertad de acción y no sufrir imposiciones por parte
de los demás.
La
cortesía se usa cuando se cumple una acción que amenaza la imagen
pública. Se puede actuar de varias maneras:
- Encubiertamente: emmascarando o disimulando su verdadera intencion
- Abiertamente y Directamente: expresándose literalmente sin intento de contrastar el daño
- Abiertamente y Indirectamente, con Cortesía Positiva: se trata de repara al daño con aprecio hacia el otro, muestreando intimidad
- Abiertamente y Indirectamente, con Cortesía Negativa: se trata de reparar al daño sin limitar la libertad del destinatario
Vemos
algunos ejemplos de cómo se aplican las teorías de la cortesía en
el texto:
p.
43
-¿Cuando
vas a llevarme las tablas? En un mes inauguramos, no se puede
retrasar.
[…]
-Ya, ya, pero las necesito la semana que viene, Dictino. Hay que
desmontar los andamios.
Aquí
Héctor está cumpliendo una acción que amenaza su imagen pública,
de forma abierta y indirecta, con cortesía positiva. En el segundo
enunciado esta llega a ser abierta y directa, sin intento de de
contrarrestar su sentido muy descortés. De hecho, Héctor se puede
permitir de hablar a Dictino de manera tan directa porque está en
una posición social más alta que la de Dictino.
p.
54
-Piénsalo
un poco más; una cosa es echar unos polvos y otra compartir el día
a día.
En
este caso, Blanquita está cumpliendo hacia Inés una acción que
entra en conflicto con la cortesía, de hecho le está diciendo
directamente de hacer algo, implicando que no está de acuerdo con su
decisión. Esto se pasa porque las dos tienen una relación muy
estrecha y Blanquita se implica en las cuestiones de su amiga para
reforzar la camaradería.
p.
55
[…]
¡Hola!: Voy a ir el sábado próximo a La Coruña. Me gustaría
verte. Llámame para decirme si puedes y confirmar hora. Junior.
En
este caso el utilizo del condicional es una forma más indirecta
dirigida a disminuir el impacto de su solicitud a verse, dejando
abierta a Héctor la posibilidad de realizar el acto o no. Sin
embargo, siendo la frase siguiente muy directa, se intuye que la
relación entre los dos es muy estrecha.
p.
56
[…]
¿Y si dices sin más que tienes una propuesta del Pasteur y que te
piden una respuesta rápida porque hay otro candidato? En parte es
cierto... pero lo importante es decir que estas decidida, que
quieres irte. Lo importante y lo difícil. Puedes decir que es una
nueva beca, un año, y más adelante contar el resto... Una mentira
sobre otra, pero será mas fácil que tu madre lo acepte. Sobre todo
no plantearlo como una posibilidad, no dar opciones.
En
este caso Blanquita planea explícitamente desobedecer a la máxima
de calidad, por no dejar opciones a sus padres. Es un acto
explicitamente contra la cortesía para conseguir lo que ella quiere.
p.
299
-Disculpe
un momento. Voy a coger el teléfono.
[…]-Ve,
ve, que no tengo prisa.
Esto
es un claro ejemplo de la máxima de tacto de Leech. Blanquita pide
por la autorización de su interlocutor.
p.
300
-[…]
¿Damos un paseo o tomamos algo? ¿Estás bien? Te noto rara.
En
este caso Inés se está implicando en las cuestiones de Blanquita
con el intento de reforzar los lazos de camaradería, como tienen una
relación muy estrecha.
p.
303
-Si
te quedas más tranquila no me lo cuentes, pero sabes que yo no
comento nada con nadie.
También
si la relación entre Blanquita y Inés es muy familiar, como la
situación es muy grave, Blanquita intenta ser cortes hacia su amiga
evitándole imposiciones, y dejándole abierta la posibilidad de
decírselo o no.
p.
309
-¿Puedes
pararte un momento para hablar con tranquilidad?
Como
están en el medio de una discusión, Blanquita pide a Inés de
pararse de forma indirecta, utilizando la cortesía negativa, para
disminuir el impacto de su solicitación.
p.
310
-Siéntate
ahí. Dame la zapatilla.
Este
lenguaje tan directo es un signo de la relación estrecha que une las
dos amigas. De hecho, Inés está intentando ayudar Blanquita a
limpiarse su zapatilla y como son amigas puede dar su orden de forma
abierta y directa.
p.
311
-¡No,
Blanqui! Yo no soy la jueza y esto no es un delito. Soy tu amiga y me
lo puedes contar como quieras, bien o mal, no importa.
Esta
frase es un ejemplo de la máxima de modestia de Leech.
p.
315
-[…]
Tu eres una buena hija, eso es lo que pienso de ti, y yo no lo soy,
pero agradecería que no me lo echases en cara.
Aquí,
primero Blanquita nos proporciona un ejemplo de la máxima de
aprobación de Leech y después solicita Inés de forma indirecta
con cortesía negativa.
Relevancia
La
teoría de la relevancia de Sperber y Wilson es uno de los modelos
más influyentes en pragmática y se basa sobre el hecho que no hay
una correspondencia biunivoca constante entre las representaciones
semánticas abstractas y las interpretaciones concretas. Dos son las
ideas básicas en las cuales se funda esta teoría:
- Comunicarse no consiste en empaquetar los pensamientos en forma de palabras:
- Contexto: aporta elementos necesarios para enriquecer las representaciones abstractas
- Representación semántica de la oración: es la invariante del sentido que subyace a todos los enunciados concretos
- Interpretación del enunciado: puede llevar implícitos otros contenidos
- La comunicación humana no es simplemente una cuestión de codificar y descodificar:
- Muchas veces la distancia entre lo que se dice y lo que se quiere decir es grande
- Hay contenidos implícitos en contra de la idea que comunicarse consiste solo en codificar y descodificar información
Al
lado de la codificación y descodificación hay entonces un otro
mecanismo no convencional: la ostensión e inferencia, que consiste
en la producción y interpretación de evidencias y pruebas. Según
la teoría de la relevancia:
- un hecho es manifiesto solo si cada individuo es capaz de representárselo mentalmente
- se llama ostensivo cualquier comportamiento que hace manifiesta la intención de hacer manifiesto algo
- la inferencia es un proceso por el cual se da validez a un supuesto sobre la validez de otro supuesto
En
la comunicación ostensivo-inferencial se produce un estimulo
ostensivo por medio del cual se está tratando de hacer manifiesto o
mas manifiesto un conjunto de hechos. El atrae la atención del
destinatario, tratando de revelar cuál es la intención del emisor.
Nunca hay ostensión sin intención y ningún estimulo ostensivo esta
convencionalmente ligado a una cierta información.
Vemos
algunos ejemplos de la teoría de la relevancia en el texto:
p.
299
-[…]
¿Buenas noticias?
-Blanquita
la mira con extrañeza y contesta con una sonrisa forzada.
-Nada
importante. Son ochenta y cinco pesetas.
En
este caso la sonrisa de Blanquita es dirigida a comunicare que todo
se pasa bien y no hay ningún problema, o mejor dicho, a ocultar que
hay un problema.
p.
300
Inés
la coge del brazo y la va llevando hacia la puerta.
Inés
está comunicando a Encarnacion que tiene que irse.
p.
303
Blanca
no dice nada, apoya su brazo en el hombro de Inés y caminan un rato
en silencio.
En
este momento Blanca quiere comunicar a su amiga que puede tener
confianza en ella y que está dispuesta a escucharla.
p.
309
Inés
niega con la cabeza. Coge a Blanquita del brazo y la obliga a pararse
y a mirarla.
p.
310
Blanquita
la coge del brazo e Inés se desease con brusquedad.
Inés
quiere comunicar que es muy seria y enfadada hacia Blanquita.
p.
310
Inés
se inclina para ver los pies de Blanca y se incorpora apretándose la
nariz.
Aquí
Inés quiere comunicar que percibe un olor malo de las zapatillas de
Blanca.
p.
317
Inés
se aparta y la mira con los brazos en jarras.
-¿No
puedes decir simplemente “eres una amiga excelente”?
Blanquita
se pone también con los brazos en jarras.
-¡Eres
una amiga excelente!
Esta
ostensión quiere comunicar en forma de broma a Blanquita que deje de
hacer sus comentarios y diga a Inés simplemente que es una buena
amiga.
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