27 abr 2012

Power Point:

https://docs.google.com/presentation/d/1ayPKcUqce6WMzzScZwLPxNTaHRMmHuRAyz1J6otravM/present?pli=1&ueb=true#slide=id.p24

Monografía:



CONSTANZA


Maria Anguera Gómez
Marina Silva Alcántara






1. Introducción al personaje

Constanza es uno de los personajes más relevantes de esta novela de Marina Mayoral puesto que toda la obra se desarrolla alrededor de ella e influye sobre las acciones de todos los personajes. Se podría decir que es el personaje mejor descrito y caracterizado de la novela. No a través de ella sino a través de los habitantes de Brétema el lector puede ir tejiendo la imagen y el retrato de esta mujer valiente, con valores fijos y  mucho sufrimiento a cuestas que reviste Deseos de humanidad.
Dicho personaje ya aparece mencionado en la primera página de la novela (p. 11):
Es Hector Monterroso ¿De dónde vendrá éste a las seis de la mañana? De casa de doña Constanza, seguro.

Dictino ya avanza de ella que se dice que es una puta “de postín, de las que salen en las revistas, pero puta”. Esta frívola descripción que Dictino hace con cariño retrata la impresión que tienen los habitantes de pueblo sobre el personaje que nos ocupa.
            Constanza no es un personaje que aparezca caracterizado psicológicamente des del principio de la obra sino más bien lo contrario: en el primer capítulo el lector solo puede saber a la protagonista a través de su sonrisa, a la que Dictino caracteriza como cómplice (p.14):
Así es la risa de doña Constanza: risa cómplice, se ríe y sientes que está contigo y tú con ella, en lo bueno o en lo malo.

También se nos adelantan de ella algunos detalles físicos de ella de la mano de Dictino (p. 15):
[…] le palpita el cuelo que parece de marfil entre los rizos rojos y se le ven todos los dientes tan blancos y brillantes […]

Así como también se nos dice de ella que no es habladora y que casi siempre escucha. Dictino la define como a una mujer lista. Constanza mantiene una relación sin compromiso con Héctor Monterroso, quién está enamorado de ella y hacia quien Constanza siente distancia e indiferencia. Cree que los hombres son para ella aventuras efímeras y superficiales.
Constanza no siente amor hacia Héctor y por ello le recomienda que se busque a otra mujer. Sin embargo él, a pesar de mantener relaciones esporádicas con Blanquita le es totalmente fiel en sus sentimientos. Ella tiene cincuenta y cuatro años; Héctor 34.
A pesar de la frialdad y la dificultad de esta relación, Héctor reconoce que:
[…] hay ternura en sus gestos y pasión en sus abrazos, y algo más a veces, algo como desesperación…No, desesperación no es la palabra, una especie de dolor anticipado, eso sí.

Constanza es un ser sufrido por no haber realizado su mayor deseo: ser correspondida por su gran amor: Hermés Monterroso y en cada uno de sus actos este dolor y esta tristeza es percibida por los personajes que la rodean.
Benilde lo corrobora diciendo de ella que es “incapaz de enamorarse” puesto que (p. 135):
O bien porque la vida la zarandeó muy duro y la blindó contra debilidades amorosas, o bien porque es una mujer interesada, que ha utilizado a los hombres para medrar.

            A pesar de haber amado toda la vida a Hermés, Constanza mantuvo matrimonio con Don Pedro Monterroso, hermano de éste, hasta que se quedó viuda. Gracias a este matrimonio ella prosperó socialmente ya que sus orígenes son humildes.
En la p. 193 Constanza es la protagonista de la voz en tercera persona del libro que describe como era su madre:
 […] tu madre era así, egoísta y fría para las cosas importantes y sentimental para las pequeñeces […]

Y de la que más adelante se detalla que era “una madame que se hacía pasar por aristócrata rusa” (p.274).

            A ella misma se describe como una “experta de interpretar miradas” como bien se puede ver también en la p. 193, fragmento a través del cual el lector puede percatarse de que es un personaje reflexivo y al que en el fondo le importa que impresión puedan tener los demás sobre ella:
¿Qué pensará de ti? Desde que pones el pie en el cementerio hasta que pasas frente al banco en el que se sienta no te quita los ojos de encima, está esperando tu saludo, pero es una mirada buena, tú eres una experta en interpretar miradas, tú notas la envidia aunque quien mire se esfuerce en disimular, notas el deseo, el odio, la curiosidad malsana, la mirada que busca arrugas, algo que criticar, la mirada que dice <<no es para tanto>>…

            Constanza es madre de un hijo que no tuvo con Pedro sino con Hermés. Este es el secreto más bien guardado de la protagonista y que el lector puede deducir por las charlas que frecuentemente mantiene Constanza cuando va al cementerio y habla con su marido y el hermano de él, Hermés.
Las visitas de Constanza al cementerio son frecuentes y en ellas mantiene soliloquios con los difuntos. Este hecho aparentemente podría dibujar al personaje como un ser poco cuerdo, pero son integrados de tal forma en el relato que el lector los percibe como un recurso, o la única salvación que le queda a Constanza para subsanar su soledad y en los que ella se desnuda como personaje y relata sus sentimientos y sus secretos más íntimos.


3-Deseo

            El personaje de Constanza es el que guarda una mayor relación con el título de la novela, ya que es de los pocos que consigue cumplir y satisfacer el deseo de otros personajes, aunque su deseo sea de los pocos que jamás se podrá cumplir ya que nadie puede satisfacerlo. Ella vivirá sabiendo que jamás podrá ver su deseo hecho realidad.
Además, es el personaje de Constanza el que aparece en la imagen de la portada del libro bajo el título Deseos, probablemente porque Marina Mayoral intenta establecer ya una relación entre este personaje tan importante y el título de la novela.

3.1-El deseo de Constanza
            Al principio de la obra Héctor Monterroso intenta descubrir cuál es el deseo de Constanza, aunque tan solo consigue una pincelada de los sentimientos ocultos de ésta, ya que no acaba de descubrir cuál es realmente su deseo, pero se empieza a entrever.

Héctor- “¿Alguna vez has sentido que alguien es lo más importante de tu vida, lo único que realmente te importa?”
Constanza- “Sí”

            Aún así el deseo de Constanza es un deseo oculto, pues nunca llega a decírselo o explicárselo a nadie, salvo a las dos únicas personas que murieron y con las que habla en el cementerio. Ella es consciente de que no pudo ni puede hacer realidad su mayor deseo por mucho que lo intentase. Llega a comentar esto en alguna ocasión con Dictino, pero no acaba de decirlo claramente, así como tampoco hacia quién recae su deseo.

Constanza-“Pero siempre hay algo que deseamos y que no conseguimos. Y hay que aceptarlo. Yo lo que más deseaba en la vida, no lo pude conseguir.”

            Constanza tiene una frase que explica cuál es su deseo, y es una frase importante, con mucha carga sentimental y de gran peso dentro de la obra, aparece en la contraportada del libro y es una frase muy significativa. Además otro personaje intentará explicar su deseo de la misma forma que lo hace Constanza.

Constanza-“Tú has sido lo que más he deseado en la vida. Fíjate que no digo el hombre que más he deseado. Digo: lo que más, lo único que de verdad he deseado.”

            A pesar de que Constanza es muy criticada por la mayoría de los personajes por ser una mujer materialista, frívola, aprovechada, el deseo de Constanza muestra todo lo contrario. Es el único personaje que tiene un deseo tan sentimental incapaz de ser realizado. Muestra como Constanza es realmente una mujer enamorada que tan solo muestra una apariencia por el hecho de tener un deseo irrealizable. Además este deseo condicionará y marcará todo su vida, sus actos y sus consecuencias.
            Esta frase característica de Constanza tiene mucho peso dentro de la novela ya que otro personaje también intenta explicar su deseo de la misma forma que lo hace ella, por no decir, que intenta reproducir las mismas palabras. Este personaje es Consuelo que le declara a Juanma, cuando éste ya ha muerto, que siempre ha sido lo que más ha querido.

Consuelo-“Tú eres lo que más he deseado en el mundo, lo único que realmente he deseado y no puedo resistir la tentación. Lo único que he deseado siempre eras tú.”

Se ve como la autora intenta reproducir el deseo de Consuelo igual que lo hace con Constanza, sin embargo no acaba de utilizar las mismas palabras exactas, quizás porque el deseo de Constanza tiene mayor carga sentimental y simbólica.


3.2-Los deseos que satisface
            Constanza es la única que es capaz de satisfacer los deseos de otros personajes a pesar de que ella no pueda realizar el suyo. Ella hace realidad los deseos de Dictino y Héctor Monterroso.

Dictino es un hombre bueno, trabajador, casado, que ama a su mujer pero tiene un deseo que se ve incapaz de realizar con su esposa. Constanza al ver la imposibilidad de realizar su deseo y que eso ha marcado el resto de su vida, intenta complacer los deseos de aquellos a los que aprecia o tiene en mucha estima.

Constanza-“Y tú Dictino, ¿has conseguido lo que más deseabas en la vida?”

            Dictino tiene el deseo de estar por una vez en su vida con una mujer maravillosa, pasar una noche con una mujer de las que parecen en sus sueños, pero sin que eso signifique nada porque quiere a su mujer y no la quiere dejar. El deseo de Dictino es más bien sensual y sexual. Constanza hace realidad este deseo aunque no se explícita en el texto pero sí se deja caer de forma sutil. Algunos personajes sospechan de esta relación, como Blanquita y Amalia.

Otro personaje al que es capaz de satisfacer su deseo y quizás el más importante es Héctor Monterroso. Además es el único que sabe que el deseo de Constanza es por un hombre al que todavía ama.

Héctor-“Ese hombre que tú no podrás sacar ya nunca de tu mente, que se interpondrá cada vez que la abraces, cada vez que tú creas estar poseyéndola y ella cierre los ojos y se imagine que eres otro…”

            Pero él, aun así, quiere intentar que el deseo de Constanza cambie, y que sea él el hombre al que desee. Constanza satisface por una parte el deseo de Héctor ya que mantiene una íntima relación con él a pesar de que es su “nieto”, pero el deseo de Héctor va más allá, no quiere una simple relación carnal con Constanza ya que él la ama y ya no se trata de satisfacer su deseo sexual, sino que quiere cumplir su mayor deseo, su deseo sentimental, su deseo amoroso.
            De alguna manera Constanza intenta que Héctor se satisfaga con la relación que ambos mantienen, que aproveche y disfrute de esos momentos en vez de amargarse por saber que quizás no podrá lograr ese deseo amoroso con ella.

Constanza-“¿Porqué no disfrutas de lo que tienes en lugar de amargarte con lo que no puedes conseguir?”

            Quizás el personaje de Héctor es un espejo en el que Constanza se ve reflejada por el hecho de ese deseo de amar a alguien que no te corresponde. Durante la novela Héctor intentará hacer realidad su deseo aunque Constanza se niega. Ahí queda reflejado el deseo insatisfecho de Héctor que solo ella puede hacer realidad. Esto cambiará al final de la novela cuando Héctor se declara y pide matrimonio a Constanza.
Héctor-“No quiero entrar por la puerta de atrás. No quiero ocultarme más, Constanza. Y lo que tengo que decirte puedo decírtelo desde aquí y a gritos en medio de la plaza: ¡te quiero! Te quiero como nunca he querido a nadie. Eres lo más importante en mi vida. Lo único realmente importante. Y lo serás siempre, Constanza, porque tú sabes que cuando se quiere así no se olvida nunca. Lo sabes muy bien.”

            Constanza al verse reflejada en este deseo de Héctor porque es el mismo que ella tenía y aun sigue teniendo y al saber que nunca dejaría de amarla y no la olvidaría nunca, acepta casarse con él y realiza y satisface el mayor deseo de Héctor.

Constanza-“Estás loco, Héctor Monterroso”

            Constanza satisface los deseos carnales de Dictino y Héctor y llega más allá con Héctor, al ser capaz de cumplir su mayor deseo, pasar el resto de su vida juntos.
            Por todo esto, se puede decir que el personaje de Constanza es el que está más relacionado con el título de la novela porque no sólo ella tiene un deseo sino que cumple y satisface el de otros y sobre todo el deseo de Héctor, aquél deseo que ella no pudo realizar jamás y el que condicionó su vida, el mismo deseo que ha hecho realidad para Héctor.

4-Constanza y el cementerio
            Uno de los puntos a destacar de Constanza a parte de su “deseo” es que es el único personaje que vive y se describe en dos espacios diferentes. Vive tanto en el pueblo de Brétema, en lo terrenal, como en el cementerio, ese espacio espiritual que une ambos mundos. El cementerio es el espacio en que Constanza desnuda su alma, en el que ella se muestra tal y como es y en el que expresa sus sentimientos y también en el que expresa su deseo más oculto. No se sabe qué hombre fue tan querido por Constanza hasta que no se llega en el momento en que ella entra al cementerio. Ahí se muestra su vida amorosa y cuál fue el hombre al que realmente amó: Hermes, el hijo de su marido.

Constanza-“No puedes ignorarlo Hermes, es así y no tiene vuelta de hoja. Es mejor que lo aceptes, que te dejes querer como te has dejado querer hasta ahora, pero sabiendo lo que has sido en mi vida, lo que sigues siendo…no me des las gracias, las cosas del corazón son así y ya está. Ni yo podía quererte menos, ni tú podías quererme más.”
            Constanza habla tanto con Hermes, su amor, como con don Pedro su marido, a ambos les explica todo y don Pedro sabe que el mayor deseo de Constanza es Hermes, su hijo. Muy curiosa la forma en que el marido de Constanza y su amor están juntos en el panteón, de alguna manera se recogen juntos los dos seres más queridos por Constanza.

Esto es comentado también por otros personajes de la novela que sospechan cuál puede ser el deseo de Constanza al ver la forma en que actúa dentro del cementerio.

Benilde-“En la tumba de don Pedro pone casi siempre un ramo de flores de la estación, pero en la de Hermes deja sólo una rosa roja. Si se sienta mirando siempre hacia el mismo lado quiere decir que: o tiene un lumbago permanente en uno de ellos, o no padece del lumbago, o lo que le interesa es mirar el retrato de Hermes…”

            Es curiosa la forma que tiene Constanza de hablar en el cementerio. No es una mujer que está loca ya que habla con la tumba de don Pedro, su marido, y con la de Hermes. Quizás puede aparentar que no está muy cuerda por el hecho de que aparentemente se establecen conversaciones entre Pedro y Constanza y Hermes y Constanza. Aunque únicamente se oye la voz de Constanza, ella deja entrever qué estos hablan con ella, ya que hace un monólogo pero como si sus preguntas fuesen respondidas por éstos. No se sabe si realmente existe una conexión tal entre lo terrenal y lo espiritual que permite que Constanza sea capaz de hablar con ellos o si ella misma se contesta por buscar sus propias aprobaciones o las contestaciones que ella desearía escuchar. En nuestra opinión es más el segundo caso, ella expresa sus sentimientos con los seres más queridos y como por desgracia ya han muerto ella hace como si pudiera mantener aún conversaciones con ellos.

            Es importante la portada del libro ya que debajo del título se muestra el personaje de Constanza de espaldas y las puertas de un cementerio abiertas. Marina Mayoral ya plasma como el cementerio es el espacio que une a Constanza con su mayor deseo y que a pesar de no poder realizarlo en el pasado, tampoco puede ahora. Su deseo enlaza lo carnal con lo espiritual, por eso el cementerio es el espacio más importante en el que se desenvuelve Constanza.


5. La figura de Constanza en Deseos
Constanza representa en esta novela un cúmulo de sentimientos, perspectivas, imágenes y actitudes muy comunes en la sociedad. Todas ellas se ven confluidas a su alrededor puesto que es o “provocadora” o “receptora” de todas ellas.
Representa valores tales como la libertad y la valentía, que pueden verse en el hecho de que a pesar de saber que todo Brétema piensa de ella que es una prostituta. Constanza no parece verse afectada por ello –si molesta- y sale a la calle con orgullo y lleva su vida adelante poniendo de relieve su libertad personal.
Por otro lado sabe que es envidiada por mucha gente en el pueblo, sobre todo mujeres, por el hecho de ser deseada por el común de los hombres. Sin embargo ella no hace especial ostento de ello sino que en su vida privada es totalmente contraria a lo que la gente piensa puesto que solo mantiene relaciones amorosas con un hombre.
Constanza representa el ser humano castigado por la sociedad sin un motivo aparente y solo a causa de las habladurías de los demás. Su infortunio es tal que además la vida la ha castigado quitándole su mayor deseo: el de ser correspondida en el amor. Es cierto que relaciones amorosas ha tenido, pero solo ha habido un hombre que ha hecho que la vida cobrara sentido para ella y con el que tuvo un hijo del cual ha tenido que mantener en secreto su verdadero origen.



6. Conclusiones

Se puede concluir que Constanza es el personaje más caracterizado y de más relevancia de la novela puesto que todas las acciones, hechos, sucesos y sentimientos se ven entrelazados en algún momento con su figura. La de una mujer que a pesar de no haber visto realizado su mayor deseo: el de ser correspondida en el amor, es capaz de mirar hacia adelante conformándose con lo bueno que le ha dado la vida y haciendo el ejercicio de intentar ser feliz dándose la oportunidad de empezar una nueva vida al lado de una persona de la que no está totalmente enamorada pero de la que sí sabe que va a ser feliz a su lado.
Quizá porqué la felicidad máxima no existe, quizá porqué a veces lo esencial se vuelve invisible a los ojos del ser humano, Marina Mayoral da una lección al lector advirtiéndole de que todos tenemos y tendremos grandes deseos que se nos quedarán sin realizar pero que sin embargo los habrá muchos otros que sí se nos van a realizar y hay que saber aprovecharlos porqué la vida pasa, i no es por ello la acción de Constanza una resignación ante la soledad de la próspera vejez si no un acto de valentía de brindarse la oportunidad de ser feliz, objetivo que persigue todo ser humano a lo largo de su vida y que a veces no acaba encontrando de tanto buscarlo porqué, sencillamente, lo tenía ya a su lado.