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Monografía:
CONSTANZA
Maria Anguera Gómez
Marina Silva Alcántara
1. Introducción
al personaje
Constanza es uno de los personajes más relevantes de esta
novela de Marina Mayoral puesto que toda la obra se desarrolla alrededor de
ella e influye sobre las acciones de todos los personajes. Se podría decir que
es el personaje mejor descrito y caracterizado de la novela. No a través de
ella sino a través de los habitantes de Brétema el lector puede ir tejiendo la
imagen y el retrato de esta mujer valiente, con valores fijos y mucho sufrimiento a cuestas que reviste Deseos de humanidad.
Dicho personaje ya aparece mencionado en la primera página
de la novela (p. 11):
Es
Hector Monterroso ¿De dónde vendrá éste a las seis de la mañana? De casa de
doña Constanza, seguro.
Dictino
ya avanza de ella que se dice que es una puta “de postín, de las que salen en
las revistas, pero puta”. Esta frívola descripción que Dictino hace con cariño
retrata la impresión que tienen los habitantes de pueblo sobre el personaje que
nos ocupa.
Constanza no es un personaje que
aparezca caracterizado psicológicamente des del principio de la obra sino más
bien lo contrario: en el primer capítulo el lector solo puede saber a la
protagonista a través de su sonrisa, a la que Dictino caracteriza como cómplice
(p.14):
Así
es la risa de doña Constanza: risa cómplice, se ríe y sientes que está contigo
y tú con ella, en lo bueno o en lo malo.
También
se nos adelantan de ella algunos detalles físicos de ella de la mano de Dictino
(p. 15):
[…]
le palpita el cuelo que parece de marfil entre los rizos rojos y se le ven
todos los dientes tan blancos y brillantes […]
Así como también se nos dice de ella que no es habladora y
que casi siempre escucha. Dictino la define como a una mujer lista. Constanza mantiene
una relación sin compromiso con Héctor Monterroso, quién está enamorado de ella
y hacia quien Constanza siente distancia e indiferencia. Cree que los hombres
son para ella aventuras efímeras y superficiales.
Constanza no siente amor hacia Héctor y por ello le
recomienda que se busque a otra mujer. Sin embargo él, a pesar de mantener
relaciones esporádicas con Blanquita le es totalmente fiel en sus sentimientos.
Ella tiene cincuenta y cuatro años; Héctor 34.
A pesar de la frialdad y la dificultad de esta relación,
Héctor reconoce que:
[…]
hay ternura en sus gestos y pasión en sus abrazos, y algo más a veces, algo
como desesperación…No, desesperación no es la palabra, una especie de dolor
anticipado, eso sí.
Constanza
es un ser sufrido por no haber realizado su mayor deseo: ser correspondida por
su gran amor: Hermés Monterroso y en cada uno de sus actos este dolor y esta
tristeza es percibida por los personajes que la rodean.
Benilde lo corrobora diciendo de ella que es “incapaz de
enamorarse” puesto que (p. 135):
O
bien porque la vida la zarandeó muy duro y la blindó contra debilidades
amorosas, o bien porque es una mujer interesada, que ha utilizado a los hombres
para medrar.
A pesar de haber amado toda la vida
a Hermés, Constanza mantuvo matrimonio con Don Pedro Monterroso, hermano de
éste, hasta que se quedó viuda. Gracias a este matrimonio ella prosperó
socialmente ya que sus orígenes son humildes.
En
la p. 193 Constanza es la protagonista de la voz en tercera persona del libro
que describe como era su madre:
[…] tu madre era así, egoísta y fría para las
cosas importantes y sentimental para las pequeñeces […]
Y
de la que más adelante se detalla que era “una madame que se hacía pasar por
aristócrata rusa” (p.274).
A ella misma se describe como una
“experta de interpretar miradas” como bien se puede ver también en la p. 193,
fragmento a través del cual el lector puede percatarse de que es un personaje
reflexivo y al que en el fondo le importa que impresión puedan tener los demás
sobre ella:
¿Qué
pensará de ti? Desde que pones el pie en el cementerio hasta que pasas frente
al banco en el que se sienta no te quita los ojos de encima, está esperando tu
saludo, pero es una mirada buena, tú eres una experta en interpretar miradas,
tú notas la envidia aunque quien mire se esfuerce en disimular, notas el deseo,
el odio, la curiosidad malsana, la mirada que busca arrugas, algo que criticar,
la mirada que dice <<no es para tanto>>…
Constanza es madre de un hijo que no
tuvo con Pedro sino con Hermés. Este es el secreto más bien guardado de la
protagonista y que el lector puede deducir por las charlas que frecuentemente
mantiene Constanza cuando va al cementerio y habla con su marido y el hermano
de él, Hermés.
Las visitas de Constanza al cementerio son frecuentes y en
ellas mantiene soliloquios con los difuntos. Este hecho aparentemente podría
dibujar al personaje como un ser poco cuerdo, pero son integrados de tal forma
en el relato que el lector los percibe como un recurso, o la única salvación
que le queda a Constanza para subsanar su soledad y en los que ella se desnuda como
personaje y relata sus sentimientos y sus secretos más íntimos.
3-Deseo
El personaje de Constanza es el que
guarda una mayor relación con el título de la novela, ya que es de los pocos
que consigue cumplir y satisfacer el deseo de otros personajes, aunque su deseo
sea de los pocos que jamás se podrá cumplir ya que nadie puede satisfacerlo.
Ella vivirá sabiendo que jamás podrá ver su deseo hecho realidad.
Además,
es el personaje de Constanza el que aparece en la imagen de la portada del
libro bajo el título Deseos,
probablemente porque Marina Mayoral intenta establecer ya una relación entre
este personaje tan importante y el título de la novela.
3.1-El deseo de Constanza
Al principio de la obra Héctor
Monterroso intenta descubrir cuál es el deseo de Constanza, aunque tan solo
consigue una pincelada de los sentimientos ocultos de ésta, ya que no acaba de
descubrir cuál es realmente su deseo, pero se empieza a entrever.
Héctor-
“¿Alguna vez has sentido que alguien es lo más importante de tu vida, lo único
que realmente te importa?”
Constanza-
“Sí”
Aún así el deseo de Constanza es un
deseo oculto, pues nunca llega a decírselo o explicárselo a nadie, salvo a las
dos únicas personas que murieron y con las que habla en el cementerio. Ella es
consciente de que no pudo ni puede hacer realidad su mayor deseo por mucho que
lo intentase. Llega a comentar esto en alguna ocasión con Dictino, pero no
acaba de decirlo claramente, así como tampoco hacia quién recae su deseo.
Constanza-“Pero
siempre hay algo que deseamos y que no conseguimos. Y hay que aceptarlo. Yo lo
que más deseaba en la vida, no lo pude conseguir.”
Constanza tiene una frase que
explica cuál es su deseo, y es una frase importante, con mucha carga
sentimental y de gran peso dentro de la obra, aparece en la contraportada del
libro y es una frase muy significativa. Además otro personaje intentará
explicar su deseo de la misma forma que lo hace Constanza.
Constanza-“Tú
has sido lo que más he deseado en la vida. Fíjate que no digo el hombre que más
he deseado. Digo: lo que más, lo único que de verdad he deseado.”
A pesar de que Constanza es muy
criticada por la mayoría de los personajes por ser una mujer materialista,
frívola, aprovechada, el deseo de Constanza muestra todo lo contrario. Es el
único personaje que tiene un deseo tan sentimental incapaz de ser realizado.
Muestra como Constanza es realmente una mujer enamorada que tan solo muestra
una apariencia por el hecho de tener un deseo irrealizable. Además este deseo
condicionará y marcará todo su vida, sus actos y sus consecuencias.
Esta frase característica de
Constanza tiene mucho peso dentro de la novela ya que otro personaje también
intenta explicar su deseo de la misma forma que lo hace ella, por no decir, que
intenta reproducir las mismas palabras. Este personaje es Consuelo que le
declara a Juanma, cuando éste ya ha muerto, que siempre ha sido lo que más ha
querido.
Consuelo-“Tú
eres lo que más he deseado en el mundo, lo único que realmente he deseado y no
puedo resistir la tentación. Lo único que he deseado siempre eras tú.”
Se
ve como la autora intenta reproducir el deseo de Consuelo igual que lo hace con
Constanza, sin embargo no acaba de utilizar las mismas palabras exactas, quizás
porque el deseo de Constanza tiene mayor carga sentimental y simbólica.
3.2-Los deseos que satisface
Constanza es la única que es
capaz de satisfacer los deseos de otros personajes a pesar de que ella no pueda
realizar el suyo. Ella hace realidad los deseos de Dictino y Héctor Monterroso.
Dictino
es un hombre bueno, trabajador, casado, que ama a su mujer pero tiene un deseo
que se ve incapaz de realizar con su esposa. Constanza al ver la imposibilidad
de realizar su deseo y que eso ha marcado el resto de su vida, intenta
complacer los deseos de aquellos a los que aprecia o tiene en mucha estima.
Constanza-“Y
tú Dictino, ¿has conseguido lo que más deseabas en la vida?”
Dictino tiene el deseo de estar por
una vez en su vida con una mujer maravillosa, pasar una noche con una mujer de
las que parecen en sus sueños, pero sin que eso signifique nada porque quiere a
su mujer y no la quiere dejar. El deseo de Dictino es más bien sensual y
sexual. Constanza hace realidad este deseo aunque no se explícita en el texto
pero sí se deja caer de forma sutil. Algunos personajes sospechan de esta
relación, como Blanquita y Amalia.
Otro
personaje al que es capaz de satisfacer su deseo y quizás el más importante es
Héctor Monterroso. Además es el único que sabe que el deseo de Constanza es por
un hombre al que todavía ama.
Héctor-“Ese
hombre que tú no podrás sacar ya nunca de tu mente, que se interpondrá cada vez
que la abraces, cada vez que tú creas estar poseyéndola y ella cierre los ojos
y se imagine que eres otro…”
Pero él, aun así, quiere intentar
que el deseo de Constanza cambie, y que sea él el hombre al que desee.
Constanza satisface por una parte el deseo de Héctor ya que mantiene una íntima
relación con él a pesar de que es su “nieto”, pero el deseo de Héctor va más
allá, no quiere una simple relación carnal con Constanza ya que él la ama y ya
no se trata de satisfacer su deseo sexual, sino que quiere cumplir su mayor
deseo, su deseo sentimental, su deseo amoroso.
De alguna manera Constanza intenta
que Héctor se satisfaga con la relación que ambos mantienen, que aproveche y
disfrute de esos momentos en vez de amargarse por saber que quizás no podrá
lograr ese deseo amoroso con ella.
Constanza-“¿Porqué
no disfrutas de lo que tienes en lugar de amargarte con lo que no puedes
conseguir?”
Quizás el personaje de Héctor es un
espejo en el que Constanza se ve reflejada por el hecho de ese deseo de amar a
alguien que no te corresponde. Durante la novela Héctor intentará hacer
realidad su deseo aunque Constanza se niega. Ahí queda reflejado el deseo
insatisfecho de Héctor que solo ella puede hacer realidad. Esto cambiará al
final de la novela cuando Héctor se declara y pide matrimonio a Constanza.
Héctor-“No
quiero entrar por la puerta de atrás. No quiero ocultarme más, Constanza. Y lo
que tengo que decirte puedo decírtelo desde aquí y a gritos en medio de la
plaza: ¡te quiero! Te quiero como nunca he querido a nadie. Eres lo más
importante en mi vida. Lo único realmente importante. Y lo serás siempre,
Constanza, porque tú sabes que cuando se quiere así no se olvida nunca. Lo
sabes muy bien.”
Constanza al verse reflejada en este
deseo de Héctor porque es el mismo que ella tenía y aun sigue teniendo y al
saber que nunca dejaría de amarla y no la olvidaría nunca, acepta casarse con
él y realiza y satisface el mayor deseo de Héctor.
Constanza-“Estás
loco, Héctor Monterroso”
Constanza satisface los deseos
carnales de Dictino y Héctor y llega más allá con Héctor, al ser capaz de
cumplir su mayor deseo, pasar el resto de su vida juntos.
Por todo esto, se puede decir que el
personaje de Constanza es el que está más relacionado con el título de la
novela porque no sólo ella tiene un deseo sino que cumple y satisface el de
otros y sobre todo el deseo de Héctor, aquél deseo que ella no pudo realizar
jamás y el que condicionó su vida, el mismo deseo que ha hecho realidad para
Héctor.
4-Constanza y el cementerio
Uno de los puntos a destacar de
Constanza a parte de su “deseo” es que es el único personaje que vive y se
describe en dos espacios diferentes. Vive tanto en el pueblo de Brétema, en lo
terrenal, como en el cementerio, ese espacio espiritual que une ambos mundos.
El cementerio es el espacio en que Constanza desnuda su alma, en el que ella se
muestra tal y como es y en el que expresa sus sentimientos y también en el que
expresa su deseo más oculto. No se sabe qué hombre fue tan querido por
Constanza hasta que no se llega en el momento en que ella entra al cementerio.
Ahí se muestra su vida amorosa y cuál fue el hombre al que realmente amó:
Hermes, el hijo de su marido.
Constanza-“No
puedes ignorarlo Hermes, es así y no tiene vuelta de hoja. Es mejor que lo
aceptes, que te dejes querer como te has dejado querer hasta ahora, pero
sabiendo lo que has sido en mi vida, lo que sigues siendo…no me des las
gracias, las cosas del corazón son así y ya está. Ni yo podía quererte menos,
ni tú podías quererme más.”
Constanza habla tanto con Hermes, su
amor, como con don Pedro su marido, a ambos les explica todo y don Pedro sabe
que el mayor deseo de Constanza es Hermes, su hijo. Muy curiosa la forma en que
el marido de Constanza y su amor están juntos en el panteón, de alguna manera
se recogen juntos los dos seres más queridos por Constanza.
Esto
es comentado también por otros personajes de la novela que sospechan cuál puede
ser el deseo de Constanza al ver la forma en que actúa dentro del cementerio.
Benilde-“En
la tumba de don Pedro pone casi siempre un ramo de flores de la estación, pero
en la de Hermes deja sólo una rosa roja. Si se sienta mirando siempre hacia el
mismo lado quiere decir que: o tiene un lumbago permanente en uno de ellos, o
no padece del lumbago, o lo que le interesa es mirar el retrato de Hermes…”
Es curiosa la forma que tiene
Constanza de hablar en el cementerio. No es una mujer que está loca ya que
habla con la tumba de don Pedro, su marido, y con la de Hermes. Quizás puede
aparentar que no está muy cuerda por el hecho de que aparentemente se
establecen conversaciones entre Pedro y Constanza y Hermes y Constanza. Aunque
únicamente se oye la voz de Constanza, ella deja entrever qué estos hablan con
ella, ya que hace un monólogo pero como si sus preguntas fuesen respondidas por
éstos. No se sabe si realmente existe una conexión tal entre lo terrenal y lo
espiritual que permite que Constanza sea capaz de hablar con ellos o si ella
misma se contesta por buscar sus propias aprobaciones o las contestaciones que
ella desearía escuchar. En nuestra opinión es más el segundo caso, ella expresa
sus sentimientos con los seres más queridos y como por desgracia ya han muerto
ella hace como si pudiera mantener aún conversaciones con ellos.
Es importante la portada del libro
ya que debajo del título se muestra el personaje de Constanza de espaldas y las
puertas de un cementerio abiertas. Marina Mayoral ya plasma como el cementerio
es el espacio que une a Constanza con su mayor deseo y que a pesar de no poder
realizarlo en el pasado, tampoco puede ahora. Su deseo enlaza lo carnal con lo
espiritual, por eso el cementerio es el espacio más importante en el que se
desenvuelve Constanza.
5. La figura de Constanza en Deseos
Constanza representa en esta novela un cúmulo de
sentimientos, perspectivas, imágenes y actitudes muy comunes en la sociedad.
Todas ellas se ven confluidas a su alrededor puesto que es o “provocadora” o
“receptora” de todas ellas.
Representa valores tales como la libertad y la valentía,
que pueden verse en el hecho de que a pesar de saber que todo Brétema piensa de
ella que es una prostituta. Constanza no parece verse afectada por ello –si
molesta- y sale a la calle con orgullo y lleva su vida adelante poniendo de
relieve su libertad personal.
Por otro lado sabe que es envidiada por mucha gente en el
pueblo, sobre todo mujeres, por el hecho de ser deseada por el común de los
hombres. Sin embargo ella no hace especial ostento de ello sino que en su vida
privada es totalmente contraria a lo que la gente piensa puesto que solo
mantiene relaciones amorosas con un hombre.
Constanza representa el ser humano castigado por la
sociedad sin un motivo aparente y solo a causa de las habladurías de los demás.
Su infortunio es tal que además la vida la ha castigado quitándole su mayor
deseo: el de ser correspondida en el amor. Es cierto que relaciones amorosas ha
tenido, pero solo ha habido un hombre que ha hecho que la vida cobrara sentido
para ella y con el que tuvo un hijo del cual ha tenido que mantener en secreto
su verdadero origen.
6. Conclusiones
Se
puede concluir que Constanza es el personaje más caracterizado y de más
relevancia de la novela puesto que todas las acciones, hechos, sucesos y
sentimientos se ven entrelazados en algún momento con su figura. La de una
mujer que a pesar de no haber visto realizado su mayor deseo: el de ser
correspondida en el amor, es capaz de mirar hacia adelante conformándose con lo
bueno que le ha dado la vida y haciendo el ejercicio de intentar ser feliz
dándose la oportunidad de empezar una nueva vida al lado de una persona de la
que no está totalmente enamorada pero de la que sí sabe que va a ser feliz a su
lado.
Quizá
porqué la felicidad máxima no existe, quizá porqué a veces lo esencial se
vuelve invisible a los ojos del ser humano, Marina Mayoral da una lección al
lector advirtiéndole de que todos tenemos y tendremos grandes deseos que se nos
quedarán sin realizar pero que sin embargo los habrá muchos otros que sí se nos
van a realizar y hay que saber aprovecharlos porqué la vida pasa, i no es por
ello la acción de Constanza una resignación ante la soledad de la próspera
vejez si no un acto de valentía de brindarse la oportunidad de ser feliz,
objetivo que persigue todo ser humano a lo largo de su vida y que a veces no
acaba encontrando de tanto buscarlo porqué, sencillamente, lo tenía ya a su
lado.